La posible venta de Maxi Gómez al Sevilla, si finalmente la operación se aborda y llega a materializarse, facilitaría el regreso de Borja Iglesias al Celta. La eliminación del Zaragoza en la fase de ascenso a Primera División ha dejado fuera de juego a un fuerte rival en la pugna que el Celta mantiene por retener al delantero, que sigue en el punto de mira de equipos españoles de Primera División, además del Swansea y el Celtic de Glasgow entre otros conjuntos británicos. Iglesias se despidió ayer con una emotiva carta de la afición mañá.

Aunque el Celta le ha puesto sobre la mesa una oferta de renovación por cinco temporadas, Iglesias da prioridad absoluta a jugar y Maxi y Aspas le cierran en el Celta un camino que el compostelano tendría expedito en equipos como el Espanyol, que piensa en él para cubrir la baja de su estrella, Gerard Moreno, o el Levante y el Getafe, que sí están en condiciones de concederle los minutos que, sobre el papel, no puede garantizarle el cuadro celeste.

De momento, lo único seguro es que a Borja Iglesias le resta un año de contrato con el Celta y el próximo 9 de julio deberá reincorporarse al equipo celeste para iniciar la pretemporada a las órdenes de Antonio Mohamed. Sin embargo, tal como reconoció la pasada semana el presidente, Carlos Mouriño, el Celta valora el compromiso mostrado por el delantero y no le dificultará su marcha si decide cambiar de aires y llega una oferta lo suficientemente interesante.