Maxi Gómez está en el punto de mira del Sevilla. El nuevo técnico del conjunto nervionense ha puesto sobre la mesa al nombre del goleador uruguayo del Celta para reforzar el ataque del equipo la próxima temporada. Machín, que acaba de hacerse cargo del equipo hispalense tras una exitosa campaña en el modesto Girona, ha pedido al club el fichaje de un nueve de referencia, con buen juego de cabeza. Maxi es el delantero incorporar a su plantilla para abordar el reto de volver a clasificar al equipo para la Liga de Campeones, según informó ayer Radio Marca Sevilla.

Pero más que una operación en ciernes, se trata de momento de una mera declaración de intenciones, pues el Sevilla no ha contactado aún con el Celta para interesarse por la situación de Maxi, quien estos días permanece concentrado con la selección uruguaya para disputar el Mundial de Rusia.

En todo caso, el club nervionense (que sí podría haber contactado con la agencia de representación del futbolista) sabe que el fichaje de Maxi Gómez no va a resultarle barato. La clásula de rescisión del artillero es de 50 millones de euros, la más alta del plantel celeste junto a las de Stanislav Lobotka y Emre Mor, y el presidente Carlos Mouriño ya ha advertido que para el Celta es prioritario conservar su bloque y no va a facilitar la salida de sus jugadores titulares.

En Sevilla se estima que el Celta podría tasar al delantero charrúa, de 21 años, entre 25 y 30 millones de euros, una cifra que, sobre el papel, está fuera de su alcance. El fichaje más caro de la historia del Sevilla fue el del colombiano Luis Muriel, incorporado el pasado verano con una inversión récord de 21,5 millones de euros.

Desde la capital andaluza se apuntaba ayer la posibilidad de que el Sevilla pudiese incluir a jugadores en la operación como moneda de cambio para abaratar el traspaso de Maxi entre los que se citaba a Manuel Agudo, Nolito, y al argentino Joaquín Correa. Este último estuvo en la agenda celeste en el pasado mercado de invierno. El Celta intentó negociar una cesión con opción de compra que fue desestimada tras la destitución de Berizzo, que no contaba con él, lo que sí hizo Montella.

Cabe recodar que el Celta estuvo a punto de vender a Maxi Gómez al Beijing Gouan chino en el pasado mercado de invierno por una cifra superior a 20 millones de euros. La operación quedó finalmente desbaratada al fichar el club chino a Bakambu, del Villarreal, por 30 millones y las dudas del futbolista por dejar la pujante Liga española para jugar en una competición secundaria aunque excelentemente remunerada.

A pesar de que el Celta era partidario de vender a Maxi al fútbol chino en enero, el club vigués considera que la cotización del futbolista ha aumentado después de que el joven anotase 18 goles en su primera temporada en España. Antonio Mohamed quiere contar con él y solo saldrá si llega una gran oferta.