El entrenador vigués señalaba al término del partido que, evidentemente, "la eliminatoria está abierta. Ojalá pudiéramos estar en ventaja porque hicimos méritos para ello y tuvimos toda la intención de ganar. De todas formas, mantener la portería a cero siempre es positivo".

La disposición táctica del Cartagena, con una nutrida defensa y un mediocampo muy trabajador, dificultó enormemente el trabajo ofensivo del Celta B. "No resultaba sencillo atacar su 5-2-3. Había pocos espacios y las dimensiones de Barreiro tampoco ayudaban. Aún así tuvimos ocasiones y ante un rival con el potencial y la necesidad de ascender del Cartagena hay que valorarlo y estar todos muy orgullosos", comenta Rubén Albés, quien recuerda que "tuvimos cuatro o cinco ocasiones y quizás pudo llegar el gol pero podemos irnos muy contentos después de haber competido con el líder del Grupo IV, un equipo con la necesidad de conseguir el ascenso".

El técnico del filial céltico, quien considera que "para mí, este fue nuestro mejor partido del año porque siempre tienes que valorar lo que haces en función de lo que tienes enfrente", destaca también el crecimiento que está experimentado su equipo. "Ya dije en la previa que ahora somos mejor equipo que hace dos semanas. La experiencia del partido con el Marbella nos puede servir para sacar cosas y estar mejor aunque son ambientes y resultados diferentes. Ellos van a tener la necesidad imperiosa de marcar y contarán con todo su público animando pero también les van a exigir", puntualiza Albés.

La visión de un campo completamente lleno alegra al entrenador vigués, que no se olvida de "agradecer a la afición, que estuvo mejor incluso que en la eliminatoria anterior. Da gusto que el Celta B tenga esa comunión con la afición". Y expresa un deseo. "Nuestro objetivo es volver a jugar en Barreiro una vez más esta temporada".

Eso dependerá del encuentro que se disputará dentro de siete días en el Cartagonova, un choque en el que al filial céltico le vale la victoria o un empate con goles para clasificarse. Esa necesidad de conseguir el triunfo y el recuerdo de lo sucedido ante el Majadahonda provocarán que "las emociones sean un factor determinante. Ellos tendrán un nivel de presión más elevado pero nosotros también tendremos lo nuestro. Habrá momentos en los que sufriremos como perros y otros en los que seamos superiores y debemos de aprovecharlos", concluyó Rubén Albés.