La plantilla del Celta disfrutó ayer de la primera de las dos jornadas de descanso que el técnico, Juan Carlos Unzué, le ha concedido después de la goleada sufrida el pasado sábado en el Santiago Bernabéu (6-0). El equipo volverá a descansar hoy y se reincorporará mañana al trabajo en las instalaciones de A Madroa para iniciar la preparación del último partido de Liga, que le enfrentará al Levante en Balaídos, a partir de las 13.00 horas del próximo sábado.

Instalado desde hace un par de jornadas en tierra de nadie y sin otro objetivo que el económico mejorando el puesto 14 de la clasificación al que el equipo ha sido relegado tras su derrota en terreno madridista, al Celta ya no le quedan muchos más alicientes para abordar el partido que servirá de despedida a Juan Carlos Unzué, que sabe desde hace tiempo que no va a continuar al frente del banquillo céltico la próxima campaña.

Recuperados Iago Aspas y Nemanja Radoja, el interés estará en conocer si Emre Mor se recuperará del esguince de tobillo que arrastra desde hace un par de semana y, sobre todo, si el técnico decide o no levantar el castigo al atacante turco, apartado del equipo por indisciplina.