El Celta B llega en el mejor momento de forma posible a la recta final de la temporada. El conjunto de Rubén Albés, después de imponerse a la Ponferradina con un gol de Dennis Eckert a cinco minutos para la conclusión del choque, acumula ya cinco victorias consecutivas y otros tantos partidos sin haber recibido ni un solo tanto. Una racha que le ha permitido escalar ya hasta la quinta plaza, empatado a puntos con el cuarto, que ocupa el Rápido de Bouzas, y que da derecho a disputar la fase de ascenso. Eso sí, para sumar los tres puntos este domingo, el filial céltico tuvo que sudar de lo lindo porque los visitantes confirmaron sobre el césped de Barreiro los motivos que le habían llevado a no perder en las últimas seis jornadas. De hecho, en campo vigués hicieron méritos más que suficientes para haber conseguido al menos un empate.

El comienzo del encuentro del Celta B no respondió al esquema clásico en Barreiro. Habitualmente el filial inicia los partidos con mucha intensidad, maniatando a su rival desde los primeros minutos y generando pronto las primeras ocasiones de gol. En esta ocasión, sin embargo, ocurrió todo lo contrario. La Ponferradina saltó al campo con la intención de hacerse dueña absoluto del partido y, presionando mucho y muy arriba, desactivó al conjunto vigués.

De hecho, poco después de cumplirse el minuto cinco, Alende tuvo que emplearse a fondo para salvar a los suyos y despejar sobre la misma línea de gol un remate del veterano Yuri que ya había superado a Sotres e iba camino de convertirse en el 0-1. Y aún no se había cumplido el minuto 10 cuando una pérdida en la salida de Rai por la asfixiante presión visitante permitió de nuevo a Yuri sacar un buen disparo abajo al que respondió el meta céltico con una gran mano para evitar el tanto.

El delantero centro de la Ponferradina tuvo otra oportunidad más para marcar apenas superado el cuarto de hora pero, en buena posición y libre de marca, cabeceó fuera por poco.

El Celta B, por su parte, tuvo que esperar a superada la media hora para, aprovechando un pequeño bajón en la presión de su rival, encontrar su primera ocasión en ataque. Fue en una falta lateral que Alende de cabeza devolvió al punto de penalti para que Dennis rematase, estrellando su disparo en un defensa.

Una oportunidad que pareció despertar a los pupilos de Rubén Albés, que se sacudieron el dominio asfixiante de su rival y empezaron a merodear el área de Mandaluniz. Agus Medina, con un tiro que se marchó fuera por poco tras un rápido contragolpe, daba un nuevo aviso. Y solo un minuto después, Dennis Eckert remataba fuera por muy poco un centro desde la derecha de Kevin y acto seguido fue Juan Hernández el que puso un peligrosísimo balón desde la izquierda que no encontró rematador.

Las buenas sensaciones del filial céltico parecían mantenerse al comienzo de la segunda mitad. De hecho, un balón en profundidad de Dani Molina para la velocidad de Juan Hernández pudo haber permitido a los vigueses inaugurar el marcador nada más reanudarse el choque. Pero Juan Hernández disparó al lateral de la red cuando Dennis Eckert se encontraba en inmejorable posición esperando el centro.

La Ponferradina se rehizo bien tras ese susto inicial y pronto asumió de nuevo con el control del partido ante un Celta B que parecía cómodo asumiendo el papel de equipo dominado y esperando su opción al contragolpe. Pese a todo, la ocasión más clara en este cuarto de hora inicial de la segunda parte fue para los pupilos de Carlos Terrazas, en un envenenado centro de Doloso al que Yuri no llegó por muy pero que muy poco.

Como había sucedido ya en la primera parte, el filial céltico fue creciendo en peligrosidad con el paso de los minutos. Agus Medina dio el primer aviso a la media hora, con un disparo que intentó sorprender a un meta visitante que reaccionó a tiempo para despejar a córner. Poco después fue Dennis Eckert el que obligó a Mandaluniz a lucirse para despejar a mano cambiado un buen disparo suyo.

El partido entraba en su recta final y el conjunto de Rubén Albés parecía más entonado que su rival. De hecho, a poco más de cinco minutos para cumplirse el tiempo reglamentario, jugadores, técnicos y aficionados vigueses reclamaron un posible penalti por derribo de Agus Medina dentro del área de la Ponferradina. Y, cuando aún estaban protestando la acción, Juan Hernández volvía a meter un centro. Álvaro Moreno no acertó a despejar el envío, dejando la pelota en inmejorable posición a Dennis Eckert y el alemán no desaprovechó el regalo para fusilar a Mandaluniz y lograr el gol que acabaría dando el triunfo al Celta B.