Pocos futbolistas han dejado tan profunda huella en tan poco tiempo en el Celta como el sanluqueño Manuel Agudo Durán, Nolito, que este sábado regresa por primera vez a Balaídos tras convertirse hace dos temporadas en el traspaso más caro de la historia del club. El Duende de Sanlúcar regresa al estadio en que lució sus mejores galas enrolado en las filas del Sevilla, al que llegó el pasado verano procedente del Manchester City, que un año antes, a la conclusión de la Eurocopa de Francia, pagó al Celta 18 millones por hacerse con sus servicios.

Durante las tres campañas que lució la zamarra celeste, Nolito fue el mejor atacante del equipo (el último año junto a Iago Aspas) y uno de los grandes responsables del salto estilístico y deportivo protagonizado por el cuadro celeste bajo la batuta de Luis Enrique Martínez y Eduardo Berizzo.

Nolito impulsó al Celta con su arte y dejó actuaciones memorables sobre el terreno de juego con las que rápidamente se ganó la admiración del celtismo, pero fue su buen humor, simpatía natural y optimismo lo que lo convirtió en referente del vestuario e ídolo de la afición. Solo la figura de Iago Aspas, con el que el sanluqueño compartió protagonismo goleador en su último año en Vigo, le ha podido hacer sombra en estos años.

La llegada de Nolito supuso la consolidación del Celta en Primera División tras una agitada temporada de regreso a la máxima categoría que el equipo salvó milagrosamente. La llegada de Luis Enrique al banquillo favoreció el fichaje del sanluqueño, a quien se contrató para cubrir el vacío que se produjo en ataque con la venta de Iago Aspas al Liverpool. Fue una apuesta mutua. El Celta necesitaba un atacante de calidad para consolidarse en la categoría y Nolito buscaba un equipo en el que brillar en la Liga española tras tener escaso protagonismo con el Benfica y firmar números discretos (3 goles y 4 asistencias en 17 partidos) durante su cesión invernal al Granada en los meses previos a su fichaje por el equipo celeste.

La adaptación al Celta fue fulgurante. Desde el inicio de curso, el sanluqueño tiró del carro del gol en el cuadro vigués, aunque fue en la segunda vuelta, con la confianza al máximo, donde ofreció sus mejores prestaciones ofensivas anotando tres dobletes consecutivos (Almería, Osasuna y Valladolid) que le permitieron concluir el curso como el máximo goleador del equipo, con 14 goles, a los que el sanluqueño añadió dos asistencias.

La marcha de Luis Enrique, el técnico que propició su llegada, lejos de afectarle, mejoró su rendimiento. A las órdenes de Berizzo, el atacante andaluz se convirtió en el primer jugador del Celta en alcanzar dobles dígitos (13 goles y 13 asistencias) desde los tiempos del gran Alexander Mostovoi. Su gran rendimiento con el Celta le abrió las puertas de la selección española, con la que debutó en Balaídos ante Alemania en noviembre de 2014.

La siguiente campaña también fue formidable, compartiendo protagonismo goleador esta vez con Iago Aspas. 13 goles y 7 asistencias firmó Nolito, que sumados a los 16 y 6 asistencias aportadas por el artillero moañés devolvieron al Celta a la Europa League una década después de su última comparecencia en el continente. La gran temporada firmada por el sanluqueño le abrió las puertas de la Eurocopa de Francia y propició su fichaje por el Manchester City, adonde llegó avalado por el propio técnico citizen, Josep Guardiola.

La enorme competencia que se encontró en Manchester y sus grandes dificultades para adaptarse a la vida en Inglaterra le impidieron encajar en el City, donde su participación fue cada vez más residual, e hicieron fracasar su aventura en la Premier League, comprometiendo además su lugar en la selección.

Su fichaje por el Sevilla, que pagó el pasado verano 9 millones por hacerse con sus servicios, mejoró su situación, aunque su rendimiento en el cuadro nervionense (primero con Berizzo y ahora con Montella) ha estado lejos del ofrecido en su momento en el Celta. Con el cuadro andaluz Nolito suma este curso apenas 4 goles (tres en Liga y dos en Copa) y cinco asistencias y ha perdido la titularidad en beneficio del argentino Carlos Correa. Contra el Celta, sin embargo, ha resultado letal, pues anotó el gol que dio el triunfo al cuadro hispalense en el partido disputado en la primera vuelta en el Ramón Sánchez Pizjuán.