El Celta volvió ayer a los entrenamientos pendiente todavía de los procesos de recuperación del guardameta Rubén Blanco, que finalmente no ha recibido el alta, y de Robert Mazan, los dos únicos jugadores de la plantilla que arrastran problemas físicos y que en estos momentos son duda para entrar en la convocatoria del partido del sábado ante el Sevilla (Balaídos, 16:15 horas).

Rubén Blanco completó otro entrenamiento con el resto del grupo, pero los médicos no han querido darle el alta en la jornada de ayer. Sin embargo, desde el club confían en que el guardameta de Mos deje atrás definitivamente la peritendinitis en el tendón de Aquiles izquierdo que sufrió a mediados de marzo, minutos antes del partido ante el Málaga, y que le ha privado de los dos últimos partidos de Liga.

Mazan, por su parte, realizó un entrenamiento específico, debido a la sobrecarga muscular en el cuádriceps derecho que ya le impidió entrenar en la sesión del martes. El lateral eslovaco también es duda para el sábado, al igual que Rubén.