Las peñas del Celta habían organizado para esta tarde a la 17.00 horas una quedada para recibir al equipo de cara al partido contra el Málaga. No contaban los organizadores con la rapidez del autobús del equipo vigués.

Resulta que el autocar que traía a los jugadores desde el hotel en el que se habían concentrado a mediodía llegó a Balaídos antes de la hora convenida por las peñas. Cuando los jugadores se bajaron de él apenas unas docenas de aficionados esperaban para jalearles.

Con los jugadores ya dentro de los vestuarios de Balaídos, comenzaron a llegar más peñas (algunas de ellas de fuera de Vigo) y se encontraron con la desagradable sorpresa de que el autobús se había dado más prisa que ellos. Lógicamente a buena parte de los aficionados no les ha gustado la falta de coordinación.