Antonio Pais ha fallecido a los 79 años en Compostela y sus deudos lo lloran. También aquellos que compartieron con él vestuario. "Éramos íntimos", revela Ramón Allegue, el Tigre Padrón, que lo tuvo bajo su ala en el Celta. Pais fue celeste breve pero intenso en alegrías, angustias y compromiso. Destinado a la gloria por su talento, no cuajó en el Barcelona pero sí en el Zaragoza, a cuyos "Cinco Magníficos" alimentó con sus pases. "Era uno de los grandes", indica y lo confirma otro amigo, Ramón Villot, ex director general de Radio Televisión de Galicia y compañero de partidas de dominó en la etapa viguesa de Pais: "Un tipo excepcional y un grandísimo jugador".

Padronés de nacimiento (7 de octubre de 1938), santiagués de infancia, Antonio Pais Castroagudín tuvo que vencer las reticencias familiares para dedicarse al fútbol. Su padre era registrador de la propiedad y hubiera preferido en principio un oficio más convencional. El Tigre Padrón (él en realidad de A Pobra; el mote es por el origen del clan Allegue) recuerda que Antonio tenía otro hermano "que jugaba al fútbol igual de bien que él" pero que sin embargo prefirió dedicarse a la abogacía.

El Tigre y Pais se conocieron antes de compartir equipo. Fue cuando el primero, tres años mayor, era ya un arquero de fama en el Celta. Recuerda perfectamente el asombro de Pais cuando el céltico no logró cazar uno de sus disparos durante uno de aquellos partidos informales que se organizaban en los veranos de A Pobra

- Ostias, Padrón, le marqué un gol-, le dijo, sin tuteos.

Porque Pais, aunque de familia con posibles, "era muy humilde, un gran chaval", precisa Padrón.

Tuvieron tiempo de sobra para conocerse bien. El Deportivo fue el primero en fijarse en las cualidades de aquel centrocampista de largos muslos que despuntaba en el Arenal. Lo intentó captar para su equipo juvenil. Pero las condiciones blanquiazules no le interesaron. Regresó a la ciudad compostelana, al Club Santiago, y allí lo fichó el Celta en 1959.

Era una época compleja en el club vigués. El equipo acababa de descender a Segunda División tras catorce temporadas consecutivas en la máxima categoría. No parecía el escenario propicio para que Pais floreciese. En su primer ejercicio, sin embargo, ya disputó 22 partidos. Solo Padrón, Pepe Villar, Gómez II, Toni y Garbayo jugaron más. Pais fue capaz de ir haciéndose un hueco en una medular que Toni y Marín debían dominar. "Se ganó su sitio enseguida. Antonio jugaba muy bien al fútbol. Era un centrocampista al que le gustaba organizar y tranquilizar a sus compañeros". Y con un disparo peligroso, que en la temporada 59-60 le proporcionó tres goles y seis en la siguiente, en la que jugó 25 partidos.

Suficiente para que el Barcelona se fijase en él. El Celta, segundo en las dos campañas, había sido eliminado en las promociones de ascenso por Valladolid y Oviedo. Comenzaba la década ominosa del club olívico. Pais la viviría desde la distancia.

No se asentó en el Barcelona, sin embargo. "Yo no funcioné", aceptaba hace algunos años en un reportaje de Sport. Padrón es de otra opinión. "Antonio tenía talento de sobra para triunfar en el Barcelona". El pobrense atribuye el fracaso de Pais al proteccionismo tradicional del entorno azulgrana hacia sus jugadores propios, que a veces se traducía en aspereza hacia los que llegaban de fuera. "Luis Suárez, el mejor jugador que ha dado España, tuvo que irse a triunfar al Inter", añade Padrón como prueba.

Zaragoza, con Mallorca como estación intermedia, sería su destino definitivo. Sobre la creatividad del gallego se construyó la legendaria delantera formada por Canario, Santos, Marcelino, Villa y Lapetra, recitados así de carrerilla, los "Cinco Magníficos". Ese Zaragoza conquistaría dos Copas del Generalisímo (1964 y 1966) y una Copa de Ferias (1964).

Pais colgó las botas en 1969. Planeaba regresar a Galicia, pero el presidente del Zaragoza lo convenció para meterse en el negocio del hierro, al que dedicaría su trayectoria empresarial. Su vida se divide en general entre la capital aragonesa y la gallega. Según detalla El Heraldo, en Zaragoza tuvo Consuelo Iglesias a sus cuatro hijos. El periodista Antonio y la médico Beatriz ejercen hoy en Santiago; el abogado Antonio y el ejecutivo Javier lo hacen en Zaragoza. En esas ciudades y en muchas se llora en estas horas a Antonio Pais.