Juan Carlos Unzué volvió a recurrir el domingo a Gustavo Cabral como recambio. El argentino ya suma 10 sustituciones en los veinte partidos que ha disputado este curso. Se ha convertido, así, en el defensa central de LaLiga que más se mueve del banquillo. Esta estadística incluso podría ser mayor si el Espanyol no hubiese empatado en Balaídos en los últimos minutos. Cabral ya estaba preparado en la banda para sustituir a un compañero, pero el inesperado gol de Gerard Moreno obligó al entrenador del Celta a cambiar de planes. El argentino regresó al banquillo y en el campo entró Boyé por Hugo Mallo, pues el equipo vigués necesitaba otro gol para sumar los tres puntos.

El domingo pasado en el Wanda Metropolitano, Cabral volvió a salir en los minutos finales. El argentino sustituyó a otro central, Sergi Gómez, cuando el 3-0 en contra quizás requería otro movimiento de piezas. Pero Unzué parece haber encontrado en Cabral el comodín para arreglar entuertos, para agotar los cambios o, quizás, para contentar al más veterano de la plantilla, que ha perdido el peso que tuvo en el equipo cuando lo dirigía su compatriota Eduardo Berizzo.

En lo que va de temporada, Gustavo Cabral ha participado en un total de 20 partidos de Liga. Se ha perdido ocho, uno de ellos por acumulación de tarjetas amarillas y el resto, por decisión técnica.

La mitad de los partidos jugados por el zaguero argentino no han sido completos. En cinco fue sustituido por otro compañero y en otros tantos entró al campo desde el banquillo.

Ningún otro central de LaLiga ha protagonizado tantas idas y venidas al banquillo en lo que va de temporada como Cabral, que de jugador indiscutible para Berizzo ha pasado a convertirse en uno de los recambios más utilizados para Unzué.

El navarro confía ahora en la pareja formada por Roncaglia y Sergi Gómez, mientras que Cabral y Fontás han perdido presencia en el once titular, a pesar de que fueron titulares en el primer partido de Liga. Sin embargo, sus papeles han cambiado con el paso de las jornadas. Fontás apenas interviene. El catalán, incluso es uno de los descartes habituales en las convocatorias. Cabral, por su parte, vive a caballo entre el banquillo y el campo.