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La puntería marca las diferencias

Antoine Griezman acaba en dos acciones con las ilusiones del Celta en su primera visita al Wanda Metropolitano, en un duelo abierto y con claras ocasiones de gol de los de Unzué

Lobotka golpea el balón con la cabeza mientras Griezmann se mantiene atento a la jugada del centrocampista céltico. // Sergio Reyes Robledo

El Celta encaja la cuarta derrota consecutiva como visitante y frena por enésima vez su escalada hacia los puestos europeos. El 3-0 con que el Atlético de Madrid resolvió el duelo no refleja lo ocurrido ayer en el Metropolitano, donde los de Unzué mostraron una mejor imagen que en Vitoria, Getafe y Girona. Tuvieron opciones para cambiar el rumbo de un partido que Griezmann decantó a favor de los rojiblancos. Los celestes dispusieron de tres claras ocasiones de gol antes de que francés abriese el marcador al filo del descanso, tras una posible falta previa de Giménez al Tucu Hernández. Con el 1-0 en contra, el internacional chileno reclamó un penalti en el área del equipo rojiblanco y Radoja remató a uno de los palos de la portería de Oblak. Pero Griezmann volvió a aparecer en escena para regalarle un gol a Vitolo. Entonces, y a pesar de que restaban 35 minutos de partido, el equipo vigués bajó los brazos. Menos mal que los locales dieron por bueno el resultado con el gol de Correa y permitieron que el rival se marchase a casa sin daños anímicos apreciables.

Los peores antecedentes

El Atlético de Madrid es el rival que más veces ha ganado al Celta en Liga: 61 con la de ayer. El Metropolitano es un estadio infranqueable para los rivales de los rojiblancos en la competición regular. Antecedentes favorables para que Diego Simeone reservase algún futbolista para la cita del jueves en Rusia. Pero el técnico argentino no regala nada, ni siquiera después de decir adiós al título de Liga la semana pasada e el Camp Nou. Ayer apostó por el equipo de gala. Incluso contó con un renqueante Oblak. Unzué, por su parte, dio continuidad a los que ganaron a la UD Las Palmas, incluido Aspas.

Buen primer tiempo

Los célticos protagonizaron una aceptable primera parte, en la que consiguieron aguantar el arreón inicial del Atlético, tuvieron más ocasiones de gol y mayor posesión del balón que el rival. De hecho, Godín despejó un remate de Sergi Gómez que se colaba en la portería de Oblak, que vio pasar muy cerca de uno de sus palos un remate de cabeza del Tucu Hernández y agradeció el lanzamiento elevado de Aspas cuando Maxi Gómez le robó el balón a Godín y le regaló una buena asistencia al moañés.

gol con polémica

Cuando se cumplía la primera parte, el Celta regaló un córner al Atlético, al arriesgar una salida del balón. El centro lo pelearon de cabeza Giménez y el Tucu Hernández. El céltico quedó tendido en el suelo cuando el balón llegó a Griezmann. El francés se encontraba solo en el segundo palo, burló con un quiebro a Jonny y lanzó con la pierna derecha para que el balón se colase por la escuadra de la portería de Rubén Blanco. El geniecillo francés mostraba una vez más su calidad técnica para resolver la segunda oportunidad rojiblanca en la primera mitad. Godín había rematado fuera un lanzamiento de córner anterior. Como en el partido de Balaídos, los de Simeone castigaban a los de Unzué en una jugada de estrategia. Quinto tanto que concedía el Celta esta Liga tras un córner, aunque esta vez los de Unzué reclamaban una posible falta sobre Hernández.

remate al palo de radoja

El Celta, ayer, dio la cara por sacar un resultado positivo ante su peor adversario en LaLiga. A pesar del tanto de Griezmann, los de Unzué salieron tras el descanso en busca del gol del empate. El Tucu volvió a protagonizar otra jugada polémica. Reclamó penalti por un posible derribo de Lucas Hernández. Respondió el Atlético con otro córner mal defendido por los célticos. El balón se marchó fuera por poco después de que rebotase en Saúl. Pudo empatar Radoja en la jugada posterior, tras un excelente centro de Emre Mor. El remate del serbio, sin embargo, se estrelló en el palo izquierdo de la portería de Oblak.

genialidad francesa

Los apuros del Atlético por mantener el marcador a favor se acabaron cuando Griezmann apareció por segunda vez en el partido. El francés recibió el balón en el balcón del área y filtró un pase al hueco y entre las piernas del Tucu para que Vitolo superase con un toque sutil la salida de Rubén Blanco. Antes de la hora de juego, el Atlético resolvía un partido que se le había complicado por el descaro céltico en busca del empate.

Desenlace sin sangre

Como reconoció Mallo al concluir el duelo, el Celta no supo encajar el segundo golpe y perdió las ilusiones por sumar algo positivo en su primera visita al Metropolitano. Cuando Correa anotó el tercero, tras un error defensivo, en el minuto 62, el equipo vigués dio señales muy preocupantes de dejarse ir. Los movimientos en ambos banquillos ayudaron a romper el ritmo de un partido en el que Maxi Gómez estuvo a punto de dejar un gran gol, pero lo evitó una excelente intervención de Oblak.

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