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Alegrías con taquicardía

El efecto del banquillo propicia la remontada del Celta ante un rival en zona de descenso que le complicó la existencia

Maxi Gómez intenta un difícil control de pelota ante Gálvez durante el partido de Liga disputado anoche en Balaídos entre el Celta y la UD Las Palmas. // Marta G. Brea

Una victoria agónica ante uno de los equipos que pelean por evitar el descenso vale al Celta para mantenerse en la pelea por los puestos europeos. Esta vez, el equipo de Unzué no necesitó de sus dos máximos goleadores para llevarse la victoria. Jonny y el Tucu Hernández fueron los que le dieron la vuelta al gol de Erik, cuyo bisabuelo fue el autor del primer tanto en la historia de Balaídos. Con esta victoria, la segunda consecutiva en casa, los célticos ganan dos puestos y se sitúan en la novena plaza, con 38 puntos, a dos de la séptima y a tres de la sexta. Además, y por séptimo año consecutivo, el conjunto vigués se garantiza la permanencia en la máxima categoría a falta de once jornadas.

pRIMERA AUSENCIA DE WASS

Unzué tuvo que cambiar de planes a última hora ante los problemas de lumbalgia que sufrió Daniel Wass en la mañana de ayer. El danés, que había jugado los 26 partidos de Liga, se quedó fuera de la convocatoria por primera vez en esta temporada. Radoja y el Tucu Hernández fueron las novedades de un once en el que Emre Mor repitió titularidad por segunda vez consecutiva, moviéndose por el extremo izquierdo. El técnico navarro premiaba así el buen trabajo del joven turco-danés en Girona y dejaba en el banquillo a Pione Sisto, el mejor asistente de los celestes en lo que va de curso. De esta competitividad entre Mor y Sisto puede salir muy beneficiado el Celta, que busca el complemento perfecto para la segunda pareja de atacantes más goleadora de LaLiga: Aspas y Maxi. El uruguayo estuvo ausente en Canarias y de ello se aprovechó Aspas para obtener el primer triplete de su carrera en LaLiga. Ahí comenzó el morracense a acumular los goles que le han llevado a liderar la lista de mejor rematador español del campeonato.

Buena trAYECTORIA EN CASA

El Villarreal se había llevado los tres puntos de Vigo el 17 de diciembre. Desde entonces, el Celta encadenó cuatro jornadas sin perder: Real Madrid (2-2), Betis (3-2), Espanyol (2-2) y Eibar (2-0). Balaídos, pues, era la mejor baza que ayer tenía el Celta para sumar una victoria que le llevase de nuevo a las proximidades de la séptima plaza, que la perdió por culpa de sus tres negativos resultados seguidos fuera de casa.

Aspas pierde en la lejanía

Como al principio del curso, Aspas ha vuelto a caer por la banda derecha del ataque del Celta, lejos de la portería rival. El moañés pierde efectividad. De hecho, en el arranque del curso se pasó siete jornadas sin marcar. El gol del Celta hasta entonces lo había acaparado Maxi Gómez. El uruguayo fue baja en Las Palmas, sancionado por tarjetas amarillas. Ayer, por segunda jornada consecutiva, Aspas no marcó y en la clasificación de goleadores ha sido alcanzado por Cristiano Ronaldo (16 goles).

Erik, como su bisabuelo

La víspera del partido de Balaídos se conoció la noticia de que Erik Expósito era bisnieto de Graciliano Luis, el céltico que tuvo el honor de marcar el primer gol en Balaídos, durante la inauguración del estadio vigués en diciembre de 1928. Casi noventa años después, Erik anotaba el primer gol del partido para la UD Las Palmas. El joven tinerfeño aprovechaba así su primera titularidad con Jémez, quien confió en él como sustituto de Jonathan Calleri. El argentino, máximo goleador del equipo canario, con 7 goles, estaba suspendido por acumulación de cartulinas amarillas. Y Erik, como su bisabuelo Graciliano, también marcó en el viejo campo de la ribera del Lagares.

mayor lista de goleadores

Jonny Otto Castro se suma a la lista de goleadores del Celta, reducida hasta ayer a media docena de futbolistas, Esta temporada, Aspas y Maxi acaparan la más de la mitad de los tantos, pero se echa en falta la aportación de más jugadores en la faceta anotadora. Cuando los delanteros carecen de efectividad, supone una gran ayuda para el equipo que aparezcan más goleadores.

El propio enemigo

Los jugadores y el técnico del Celta repiten como si fuese un mantra que el equipo celeste posee la capacidad de ganar a cualquiera, aunque se trate de rivales del potencial del Real Madrid y el Barcelona, con los que este curso empató en Balaídos y en el Camp Nou. Pero también es cierto que cualquier adversario puede complicarle la vida a los de Unzué. Por ejemplo, el Málaga, colista y con muchas opciones de perder la categoría, superó al Celta en La Rosaleda en la primera vuelta. Ayer, la UD Las Palmas se adelantó en el marcador y a punto estuvo de llevarse la victoria de Vigo. Lo evitaron Jonny y el Tucu Hernández. El mayor enemigo, a veces, está en uno mismo.

El efecto banquillo

Unzué, al que le cuesta tomar la decisión de un cambio, ayer acertó en los movimientos que hizo después de que Erik se adelantase en el marcador. Con Brais Méndez. El Celta fue más ofensivo y así pudo igualar el marcador con el tanto de Jonny. También Pione, que entró por Mor, puso en jaque al portero del conjunto canario. Los cambios surtieron efecto y el Celta le dio la vuelta al marcador.

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