El Celta ha cerrado con una afortunada victoria contra el Levante una primera vuelta de luces y sombras con Juan Carlos Unzué como primer técnico del banquillo de Balaídos. El equipo vigués llega al ecuador del campeonato a 4 puntos de la zona europea, su gran objetivo, que tiene a tiro en la segunda vuelta, y un mullido colchón de 9 sobre los puestos del descenso. LaLiga se ha convertido ya en el único torneo en liza para los celestes tras su reciente eliminación en los octavos de final de la Copa del Rey a manos del Barcelona, vigente campeón y líder invicto de la competición regular.

Los celestes han completado una primera vuelta desigual, alternando buenas actuaciones con otras más desdibujadas y momentos de gran fútbol con monumentales desajustes defensivos que le han costado un reguero de puntos al final de los partidos. Los vaivenes en el rendimiento del equipo se han producido tanto de un partido al siguiente -y éste ha sido quizá su mayor problema- como en un mismo encuentro.

El equipo vigués ha destacado esencialmente por su imponente pegada. Impulsado por su mortífero tridente (Aspas, Maxi y Sisto), el cuadro de Unzué es, con 33 goles en 19 encuentros, el tercer máximo goleador de LaLiga, tras el Barcelona (52 goles) y el Valencia (40). Defensivamente los célticos están en el montón: 27 tantos en contra, el tercero más elevado de los diez primeros clasificados tras el Sevilla, el equipo que cierra la zona europea, y el Girona. Los celestes solo han conseguido mantener su portería a cero en cinco partidos.

gen competitivo. El Celta de Juan Carlos tiene en su ADN el gen de la competitividad. Un dato lo demuestra: el equipo no ha perdido un solo partido de Liga por más de un gol de desventaja. Las ocho derrotas sufridas en el torneo regular se han producido por la mínima, lo que indica que el Celta ha estado vivo en todos los encuentros que ha perdido, además de los cuatro que ha empatado.

Uno de sus mayores problemas en la primera mitad de LaLiga han sido precisamente las dificultades que ha tenido en muchos partidos para trasladar al marcador la superioridad mostrada en el terreno de juego. La falta de atención en los últimos minutos le ha costado un buen número de puntos, especialmente en el tramo inicial del campeonato.

visitante temible. El gen competitivo del Celta es claramente identificable tanto en Balaídos como a domicilio. Con su laborioso triunfo contra el Levante del pasado domingo, los de Unzué suman ya más puntos lejos de casa (13) que en su propio estadio (12). Los celestes han presentado batalla en todos los encuentros, con independencia del escenario o el rival. Solo se han visto claramente desarbolados en un encuentro, el disputado en la Copa de Rey en el Camp Nou, pero son también el único equipo que ha conseguido puntuar esta temporada en el estadio azulgrana marcando dos goles al cuadro de Ernesto Valverde.

El Celta suma fuera de casa cuatro victorias (Eibar, Las Palmas, Deportivo y Levante) y un empate (Barcelona), por tres triunfos (Alavés, Athletic y Leganés) y tres empates (Getafe, Girona y Real Madrid) en Balaídos. Todos los triunfos locales, salvo el logrado ante el conjunto vasco (3-1), se han producido por la mínima,mientras que los conseguidos fuera de casa, excepto el último contra el Levante (0-1), se han producido por goleada: 0-4 al Eibar, 2-5 a Las Palmas y 1-3 al Deportivo.

un Celta "interruptus". Seguramente el mayor problema que ha tenido el Celta de Unzué ha sido su incapacidad de conectar una buena racha a lo largo de la temporada. A cada victoria le ha seguido una derrota o, en el mejor de los casos, un empate y esta alternancia entre buenos y malos resultados ha erosionado su confianza e impedido su despegue clasificatorio. Esta incapacidad de encadenar resultados favorables solo se ha visto interrumpida en los últimos tiempos con las victorias a domicilio obtenidas ante el Deportivo y el Levante con un empate contra el Real Madrid en casa en medio.

Un nuevo triunfo a domicilio en Anoeta contra la Real Sociedad la próxima jornada podría significar un gran punto de inflexión en la persecución del objetivo europeo, complicado por el elevado número de aspirantes que, hoy por hoy, están en disposición de presentar batalla por un puesto en el continente la próxima temporada.

fichajes rentables. Una de las mejores noticias que ha proporcionado la primera vuelta ha sido el magnífico rendimiento ofrecido por los fichajes incorporados por la dirección deportiva para reforzar el equipo el pasado verano. La formidable pegada e Maxi, la lucidez y excelente pie de Lobotka y, en menor medida, la incorporación de Jozabed, cuyo rendimiento ha estado ligeramente por debajo de las expectativas, han mejorado de forma evidente los recursos del plantel. La mayor decepción, aunque no se esperaba de él un gran rendimiento inmediato, ha sido Emre Mor, el fichaje estelar del verano, cuya participación en la vida competitiva del equipo ha sido casi irrelevante.

la gestión del plantel. La gestión que Juan Carlos Unzué ha hecho del plantel ha sido en cierto modo predecible. El técnico carece de un once tipo que pueda recitarse de carretilla, aunque sí ha manejado un núcleo duro de 14 o 15 futbolistas que se han repartido la mayor parte de los minutos. Las dos laterales, los tres de ataque, Lobotka y Wass han estado todas las salsas. Cabral y Sergi han sido los centrales más utilizados, con cierta relevancia de Fontás y sorprendentemente casi nula de Roncagllia, a quien han perjudicado las lesiones, como a Radoja, el hombre más utilizado por Berizzo el pasado curso. Pablo Hernández y Jozabed han sido el tercer y cuarto hombre de la medular, con inesperado protagonismo de Brais Méndez, la apuesta canterana de Unzué. En la portería, Rubén se ha alzado definitivamente con la titularidad frente a Sergio e Iván Villar, el tercero en discordia, todavía no se ha estrenado. La peor parte, con muy poca presencia, se la han llevado Guidetti, ya fuera del equipo y a quien se busca sustituto; Mor, que ha jugado mucho menos de lo esperado, y sobre todo Hjulsager, que apenas ha disputado do 12 minutos en la Liga y los dos partidos completos de la eliminatoria de Copa ante el Eibar.

unzué versus preDeCesores. Con 25 puntos en 19 encuentros, Juan Carlos Unzué ha firmado la peor primera vuelta de los últimos tres años, tras Eduardo Berizzo, que firmó 27 y 31, respectivamente en su segundo y tercer año al frente del banquillo de Balaídos. El entrenador navarro, sin embargo, presenta en el ecuador del campeonato los mejores registros en el primer año de un técnico desde el último ascenso a Primera División. Paco Herrera firmó 18 puntos; Luis Enrique 19 y Berizzo 21.