Una coincidencia temporal en la gestión retrata el momento que atraviesan Celta y Deportivo en lo tocante a sus proyectos futbolísticos. El club vigués anunciaba ayer la ampliación de contrato del director deportivo, Felipe Miñambres, hasta 2020. El anuncio celeste se produjo minutos después de que el club coruñés anunciase la destitución de su propio director deportivo, Richard Barral.

Miñambres, que llegó en verano de 2016 procedente del Rayo Vallecano para reemplazar a Miguel Torrecilla, había firmado hasta el próximo mes de junio y ahora amplía su relación hasta 2020. En lo relativo a las contrataciones para el primer equipo, el balance de su primer año en verano e invierno (Rossi, Lemos, Naranjo, Pione Sisto, Roncaglia, Jozabed, Hjulsager) arrojó dudas. En cambio, sus maniobras en su segundo verano lo han reforzado a ojos del celtismo (Maxi Gómez, Lobotka, Emre Mor, Jozabed en propiedad). Ha tenido que gestionar además el relevo en el banquillo entre Berizzo y Unzué. El Celta, en líneas generales, ha mantenido las señas de identidad de su proyecto. Miñambres es el cuarto director deportivo de la era de Mouriño, que tomó a Félix Carnero de Horacio Gómez y contrató después a Ramón Martínez y Torrecilla.

En declaraciones ofrecidas a la televisión oficial del club, el astorgano indica sobre su renovación: "La valoro desde la confianza, que en el club se está a gusto conmigo, se está a gusto con el trabajo y para mí es lo mismo. La verdad es que me siento a gusto. A medida que han ido pasando los meses me siento mucho más integrado, como si llevase mucho tiempo aquí. Estoy a gusto en todos los aspectos, en el aspecto personal, con todo lo que da Vigo, y en el aspecto profesional, porque es un club para trabajar, con ganas de seguir creciendo y uno de estar dentro de ese crecimiento. Para mí es una gran noticia, estoy muy contento. A veces, cuando suceden estas cosas, me gusta asentarme y Vigo es un sitio, si las cosas siguen yendo bien, como para asentarse".

"Cuando firmo en un sitio, mi primera idea es que voy a estar mucho tiempo ahí. No estoy pensando en el tiempo del contrato ni en si me voy a ir o no, pienso como si me fuera a quedar ahí para siempre. Me pasaba como jugador y me ha pasado como director deportivo", comenta sobre cómo asume la responsabilidad de la apuesta del club. "Vengo de un sitio (Rayo Vallecano) donde estuve mucho tiempo y la idea es trabajar igual, tratando de darle al club lo mejor, que las incorporaciones sean mejores, que al club le den rendimiento; también estar cerca de los que componen la plantilla para intentar ayudarles cuando hay momentos difíciles, sobre todo para los que no juegan". Asegura: "Al llevar tiempo trabajando con la misma gente existe mucha más afinidad, ya un conocimiento, y las cosas fluyen incluso mejor que al principio".

A la hora de escoger el momento más significativo de sus primeros dos años como director deportivo céltico, no puede evitar que esa última ocasión de Old Trafford se la pase por la cabeza: "Uno lo relaciona con las victorias. Es la trayectoria, me quedo con las cosas buenas. También se te vienen a veces antes los malos momentos, sobre todo cuando has estado cerca de conseguir objetivos, como el día de Manchester. Se te quedan grabados. Pero para llegar hasta ahí hay una trayectoria de muy buenos momentos: el día de Krasnodar, de Genk, del Shakhtar. Pero no soy una persona de momentos sino de periodos. Y el periodo es bueno. Trataremos de mejorarlo y contribuir a la mejora del club".

"Todo el mundo dice que tenemos menos puntos de los que quizás hemos merecido. Pero los tenemos", comenta sobre la campaña en curso. "En expectativas de juego y resultados hemos estado irregulares, pero lo más importante es que pensamos que somos capaces de hacer un buen juego y desde ese buen juego llegarán los resultados. Los accidentes también influyen y en muchos partidos hemos tenido accidentes contrarios. Pero uno ve expectativas buenas si todo acaba de concretarse. Esperemos tener una mayor regularidad. No sé si por optimismo o porque somos así, pero la idea es que podemos hacer mejor las cosas".

Y mientras en Praza de España se grababan declaraciones sonrientes y se fotografiaba abrazos, en A Coruña el Deportivo anunciaba la marcha de Richard Barral. "El Consejo de Administración del Real Club Deportivo y Ricardo Barral Iglesias, director deportivo del club, han acordado esta tarde, de conformidad con los términos de la relación contractual vigente, que éste finalice sus actuales funciones en la entidad", rezaba el comunicado.

Barral se había incorporado a la estructura profesional blanquiazul en junio de 2014 como director de planificación deportiva. El club que preside Tino Fernández quiso agradecer a Barral "todo el trabajo realizado durante estos más de tres años en la institución", además de desearle "lo mejor en su futuro profesional y personal". Barral, por su parte, declaró: "Si existe un desgaste, hay que apartarse a un lado".

El Deportivo tendrá ahora que incluir la búsqueda de otro director deportivo dentro de sus pesquisas invernales. Estos primeros meses de temporada han supuesto la salida de la entidad blanquiazul de los tres principales ejecutivos a los que Tino Fernández había encargado la gestión del primer equipo, ya que a comienzos de octubre dimitió el consejero Fernando Vidal y a finales de ese mes fue destituido el entrenador Pepe Mel.