El regreso del Celta a los entrenamientos tras la jornada de descanso concedida el lunes por Juan Carlos Unzué estuvo condicionado por el mal tiempo y la intensa niebla en A Madroa y el leve problema sufrido por Wass, que protagonizó el susto de la jornada tras sufrir un golpe durante el entrenamiento.

El centrocampista escandinavo sufrió un leve esguince en su tobillo derecho que le impidió concluir la sesión preparatoria pero que, tras una primera exploración médica, no hace peligrar su participación en el primer encuentro de los octavos de final de la Copa del Rey que va a enfrentar mañana en Balaídos al Celta y al Barcelona.

Los médicos revaluarán hoy la situación del jugador pero la escasa gravedad del problema invitaba ayer el optimismo, con lo que, salvo sorpresa, Wass afrontará en plenitud de facultades el difícil compromiso que espera a los de Juan Carlos Unzué contra los de Ernesto Valverde, que afrontan la eliminatoria invictos en todas las competiciones desde la Supercopa de España.