El derbi deja un hecho ayer absolutamente secundario, pero cuya interpretación o consecuencias pueden importar con el paso de los días. Juan Carlos Unzué, que se había llevado a toda la plantilla a A Coruña, dejó a Guidetti fuera de la convocatoria. Iván Villar y Hjulsagar fueron los otros descartados. Una decisión técnica, pero no una más, desde la lectura de la relevancia jerárquica del delantero sueco.

El equipo volverá al trabajo el próximo día 30 y pocas horas después se abrirá la ventana invernal del mercado. En el club siguen teniendo encima de la mesa ofertas por Maxi Gómez (la del Beijing Guoan, por concretar en la documentación) y por Guidetti, cuya cesión pretenden el Levante y sobre todo el Alavés. Es año de Mundial y los dos arietes se juegan el billete a Rusia con sus selecciones, aunque eso afecte de manera contraria a su situación en el Celta. Maxi teme que irse a China lo descabalgue de la selección uruguaya; Guidetti se arriesga a seguir siendo suplente y verse excluido de la lista sueca.

Una situación compleja, de intereses encadenados, que el club tendrá que resolver. Guidetti posó ayer sonriente en la fotografía de celebración del vestuario. Pero ya hace tiempo había lamentado su situación en declaraciones a la prensa de su país, anticipando que tal vez en enero debería tomar decisiones. Perderse el derbi de Riazor posiblemente haya incrementado su enfado.

Maxi Gómez, por su parte, se expresa como si su etapa en el Celta fuese a tener continuidad. "Qué lindo formar parte de este plantel. Clásico ganado. Vamos por más, Celta", escribió ayer en su cuenta oficial de Twitter. Pero es un mensaje que no tiene por que resultar definitivo necesariamente, ya que Maxi siempre ha querido mantenerse al margen en el escenario público de la oferta china mientras club y entrenador reconocían su existencia.