Eduardo Berizzo es el último en unirse a una lista de deportistas que han tenido que enfrentarse a la difícil batalla contra el cáncer. Otros excélticos como Penev, o incluso exciclistas como Armstrong o extenistas como Navratilova han tenido que disputar los partidos de su vida ante una enfermedad que han logrado vencer. Son precedentes que invitan al optimismo en el caso del argentino, al que en las últimas horas le están llegando mensajes de ánimo y apoyo desde todos los sectores del fútbol y del deporte en general.

Al delantero búlgaro Luboslav Penev se le detectó un tumor en su testículo izquierdo en febrero de 1994, época en la que jugaba en el Valencia, después de que le sometieran a un análisis preventivo tras recibir un balonazo. Unos días después fue intervenido quirúrgicamente para serle extirpado el tumor. Su enfermedad le obligó a perderse parte de liga de aquella temporada y también el Mundial de Estados Unidos 1994, donde Bulgaria acabaría en el cuarto puesto.

Cinco meses de sesiones de quimioterapia y la pronta detección del tumor contribuyeron a que diez meses después de jugar su último partido Penev volviera al vestirse de corto.

El portero gallego Sergio Aragoneses se enfrentó al cáncer por dos veces. "El cáncer te enseña a luchar", afirma. El guardameta sufrió el cáncer en dos ocasiones, ambos de testículo. Primero en 2005, cuando acababa de fichar por el Elche. Tras superarlo, en 2007, en una revisión rutinaria, se le volvió a detectar otro tumor en la misma zona. Volvió a superarlo para seguir jugando en Primera con el Tenerife, donde se retiró a los 38 años.

El último caso conocido es el de Yeray Álvarez, al que a finales del año pasado le detectaron un tumor testicular y posteriormente sufrió una recaída, y que volvió poco a poco a la actividad en Lezama. "Estoy muy muy contento. La verdad es que curarse de un cáncer y superarlo es una noticia muy muy buena para una persona. Ahora mismo valoro hasta el poder beber agua y que no te sepa raro, poder comer cualquier cosa sin que tengas ganas de vomitarlo. Esas cosas ,de verdad, que las valoro más", señaló Yeray en un vídeo de agradecimiento tras superar su dolencia por segunda vez.

Albert Celades, seleccionador Sub-21, le convocó para el Europeo, pero el central tuvo que dejar la concentración a pocos días de comenzar el torneo para tratarse con quimioterapia una anomalía descubierta en el último control realizado para comprobar su estado de salud tras la operación a la que se sometió por un tumor en uno de sus testículos el pasado mes diciembre. Entonces, el club vasco cifró en "aproximadamente, tres meses" el periodo de baja del futbolista.

En el FC Barcelona vivieron muy de cerca el caso de Eric Abidal. "Cáncer es una palabra muy dura pero se puede salir", dijo el entonces jugador azulgrana, que levantó una Champions después de superar con éxito un cáncer de hígado que le detectaron en marzo de 2011. Al francés le fue trasplantado un trozo de hígado que le donó un familiar suyo, concretamente su primo Gerard. El 18 de diciembre de 2012 recibía el alta médica.

José Francisco Molina, exportero de Atlético de Madrid y del Deportivo entre otros, también sufrió de cáncer testicular. Fue en el año 2002, cuando defendía la portería del Deportivo. Tras un tiempo sin jugar, en el que pasó por sesiones de quimioterapia, volvió a jugar al fútbol en enero de 2003. "No es fácil luchar contra ésto, pero se puede salir si peleas", confesó

El portero Mono Burgos también superó la batalla. "Yo después de sufrir un cáncer no le tengo miedo a nada. Para mí sólo es fútbol, después de vivir una situación extrema. Aprovecho para mandar un saludo a toda la gente que está en los hospitales, sufriendo ahí, para llevarles toda nuestra energía", dijo el año pasado antes del partido de su equipo ante el Bayern. Al 'El Mono' Burgos se le diagnosticó un cáncer a principios del año 2003, cuando todavía estaba en activo y jugaba en el Atlético de Madrid. Fue operado para extirparle el tumor que le habían encontrado en el riñón. La operación fue un éxito, y la posterior recuperación también, lo que le permitió seguir con su vida normal con el único "recordatorio" de una cicatriz de 35 puntos. Hoy en día trabaja codo con codo con Simeone en el banquillo rojiblanco.

No se trata de la bicicleta, se titula el libro que le dio un nuevo sentido a la vida del extremo holandés Arjen Robben, que también superó un cáncer testicular. En agosto de 2003, cuando jugaba en el PSV Eindhoven, se anunció que le habían detectado un "tumor benigno" o "un quiste", pero diez meses después de fichar por el Chelsea y a un año de que Alex Ferguson le invitase a visitar las instalaciones del Manchester, el jugador, de 20 años, confirmó que era un cáncer. El anuncio coincidió con la noticia de su curación y evidenció que disputó la última Eurocopa mientras luchaba contra su enfermedad.

También fuera del fútbol español hay casos como el del argentino Jonás Gutiérrez se pasó más de un año fuera de los terrenos de juego después de operarse y seguir el tratamiento de quimioterapia en Argentina, antes de reparecer en 2015.

Otro argentino, Carlos Roa, sufrió cáncer testicular en 2004 cuando jugaba en el Albacete y tras llevar a cabo el tratamiento correspondiente volvió a Argentina para disfrutar allí de sus últimos años de fútbol.

En otros deportes, el caso más destacado de superación del cáncer fue Lance Armstrong, que creó una fundación para la lucha contra la enfermedad. En 1996 al norteamericano le fue diagnosticado cáncer testicular que se había esparcido hasta sus pulmones, ganglios linfáticos, abdomen y cerebro; tras varias cirugías, el exdeportista libró la enfermedad y al año siguiente estableció una fundación para ayudar a la investigación contra el cáncer.

Armstrong tenía 25 años y era campeón mundial (1993 en Oslo por delante de Miguel Induráin) cuando los médicos le detectaron un cáncer testicular con metástasis pulmonar y cerebral. Tras superar la enfermedad, regresó de forma triunfal al ciclismo para encadenar siete victorias en el Tour de Francia, que acabó en fraude y mayúscula decepción mundial cuando el 18 de enero de 2013 Armstrong confesó su dopaje en 'prime time' durante el show de Oprah Winfrey.

Otro ciclista que ha superado un tumor fue el italiano Ivan Basso. Basso abandonó precipitadamente el Tour de Francia de 2015 cuando le fue pronosticado un cáncer testicular en un control médico rutinario. Fue operado el 15 de julio, con éxito, tanto que los médicos aseguraron que no quedaba resto de este cáncer el 24 de septiembre. Pese a superar su enfermedad, optó por la retirada.

En baloncesto, al jugador americano del Gran Canaria Kyle Kuric le fue detectado un tumor cerebral en 2015. Su pronóstico, complicado, dejó paso a una recuperación milagrosa que le he permitido incluso seguir jugando al más alto nivel. Kuric sigue jugando en el Zenit de San Petersburgo.

En tenis, el caso más destacado fue el de Martina Navratilova, que superó un cáncer de mama en 2010. "No te olvidas del día que cambia tu vida", recuerda. Un bulto en su pecho izquierdo levantó las sospechas y la posterior biopsia confirmó que era malo. A Navratilova se le extirpó el nódulo cancerígeno del pecho izquierdo el 15 de marzo de 2010. En octubre de ese mismo año, después de seis meses de lucha sin tregua, la tenista anunciaba finalmente a los cuatro vientos que estaba totalmente curada del cáncer