Iago Aspas y Manuel Agudo, Nolito, formaron durante una temporada la mejor pareja de atacantes del Celta en la última década. A las órdenes de Eduardo Berizzo, el genio moañés y el duende sanluqueño brillaron con luz propia en la Liga de las Estrellas y condujeron al Celta a cotas futbolísticas desconocidas desde el cambio de siglo, cuando talentos de tanto fuste como Karpin, Mostovoi o Gustavo López paseaban por Europa los colores del equipo vigués como exponente del juego bonito.

Aspas y Nolito coincidieron en el Celta una sola temporada, pero les bastó para dejar su propia impronta en el equipo, una huella que permanece indeleble ahora que ambos van a reencontrarse por primera vez como enemigos en el Ramón Sánchez Pizjuán. "Nos entendíamos con levantar la cabeza", ha llegado a decir el extremo andaluz del canterano céltico. Los 26 goles y 12 asistencias firmados entre ambos avalan sus palabras. Pero Iago Aspas y Nolito no solo han compartido vestuario en el Celta con una complicidad irrepetible. Sus carreras presentan también apreciables semejanzas: ambos llegaron desde el Celta a la selección sin pasar por las categorías inferiores; los dos reactivaron su carrera en Balaídos enamorando al celtismo y supusieron un suculento negocio para el club. Ambos vivieron además, con un par de años de diferencia, una aventura fallida en la Premier League, Aspas en el Liverpool y Nolito en el Manchester City.

El morracense y el andaluz debutaron con la selección española con un año diferencia. Nolito se estrenó en Balaídos con Vicente del Bosque en un amistoso contra Alemania el 18 de noviembre de 2015 y Aspas debutó un año después de la mano de Julen Lopetegui contra Inglaterra en Wembley anotando un gol antológico. Curiosamente, el primer partido que Aspas disputó con la Roja fue el último que jugó Nolito.

El fichaje por el Manchester City en junio 2016 ha pasado al sanluqueño una factura de la que no se ha recuperado del todo. La falta de minutos y los problemas para adaptarse a la vida en Inglaterra se convirtieron una pesadilla que propició el pasado verano una abrupta salida del equipo dirigido por Josep Guardiola. Eduardo Berizzo lo reclamó para el Sevilla como sustituto de Vitolo y el fichaje de Nolito por los nervionenses se sustanció en 9 millones, la mitad de lo que el City pagó un año antes al Celta. La confianza de Berizzo no ha servido sin embargo a Nolito para recuperar la internacionalidad, ni siquiera le ha garantizado la titularidad en el Sevilla, que se ha repartido con el argentino Carlos Joaquín Correa, tras sufrir una lesión que lo dejó tres partidos fuera de juego. En comparación con los firmados en el Celta, los números del sanluqueño en el Sevilla son discretos: un gol y una asistencia en 8 partidos, cuatro como titular y otros cuatro como suplente. 743 minutos en total entre la competición doméstica y la Liga de Campeones (45 en la previa y 233 en la fase de grupos). Con este enjuto balance y tras perderse las últimas cinco convocatorias de Julen Lopetegui, las posibilidades de Nolito de estar en el próximo Mundial son, en el mejor de los casos, remotas. Al excéltico le queda al menos el consuelo de haber defendido la zamarra de la Roja en la última Eurocopa de Francia, donde disputó 4 partidos, aportando un gol y una asistencia.

Los frugales números de Nolito en los últimos dos años contrastan con el oneroso botín logrado por Aspas como líder único del ataque celeste. En un rizo circense, el morracense se superó el pasado curso convirtiéndose en el máximo goleador nacional con un récord de anotación en Primera División de 19 tantos, a los que hay que sumar otros 2 en la Copa de Rey y 5 más en la Europa League. 26 tantos en total que superan el registro goleador conseguido en Segunda la temporada del último ascenso.

Semejante carta de presentación le ha valido la confianza de Julen Lopetegui, el actual seleccionador nacional, que lo ha citado por sexta vez consecutiva para los amistosos ante Costa Rica y esta noche ante Rusia. Aunque los números de Iago Aspas con el equipo nacional están todavía lejos de los de Nolito -el sevillista suma16 partidos, 6 goles y 7 asistencias por 7 partidos, 3 goles y 2 asistencias el céltico-, el moañés parece haberse ganado la confianza del seleccionador y acaricia ya con la punta de los dedos el sueño de jugar un Mundial con la Roja.

Le ha ayudado considerablemente su versatilidad ofensiva (repetidamente elogiada por Lopetegui) y el buen papel, pese a un comienzo un tanto dubitativo, realizado también esta temporada con el Celta, donde es indiscutible para Unzué (983 minutos en 11 partidos, todos como titular) y el más valioso atacante (6 goles y una asistencia) con que cuenta el entrenador del Celta.