El Celta no fue capaz de ascender a la primera plaza del grupo, después de caer de la forma más cruel ante un Deportivo que se coloca en la tercera plaza, a un punto de los vigueses.

Los vigueses tuvieron ayer una mañana desafortunada en Abegondo, a pesar de que no pudo comenzar de la mejor manera. Y es que nada más iniciarse el encuentro, Javi Ben aprovecha un balón largo para adelantarse a Brea y abrir el marcador. Fue un golpe duro para los herculinos, que tenían que remar contra corriente desde el inicio del encuentro.

Estaban cómodos los célticos sobre el terreno de juego, presionando en el centro del campo y acercándose con peligro al área coruñesa. Dispusieron de varias ocasiones para ampliar la diferencia, pero no fue hasta el minuto cuarenta cuando llegó el segundo, esta vez por mediación de Álvarez.

Faltaban cinco minutos para la conclusión de los primeros cuarenta y cinco minutos de juego, pero la pesadilla no había hecho más que comenzar para el cuadro celeste.

Tras ponerse en balón en juego, y en uno de los últimos ataques de los coruñeses, José marca en su propia portería, con lo que los deportivistas se metían de lleno en el partido con ese tanto en la recta final del primer tiempo.

Pero las desgracias no se habían acabado para los vigueses, que tras dos minutos de juego de la segunda parte, encajan el segundo tanto, otra vez en propia puerta, esta vez por mediación de Tiago.

Este nuevo tanto hundió a los vigueses, que quedaron noqueados al ver cómo se le escapaba una victoria que tenían muy atada. Pero la cosa no se quedó así, pues doce minutos más tarde llegaba la puntilla con el gol de Pedro.

Fue un tanto que terminó por hundir a un equipo que se había visto en la cima, pero que se había caído de forma traumática. De poco valieron los intentos por lograr un punto que salvara, por lo menos, un empate, pues Pedro sentenció en el descuento.