Diez de inspiración alcanzaron al Celta para poner fin a una maldición de casi un lustro sin ganar al Athletic en Balaídos. Sergi Gómez, aprovechando una gran asistencia de Pione Sisto, y Iago Aspas, con un doblete centenario, dejaron visto para sentencia el encuentro con un vendaval futbolístico que dejó sin respuesta al conjunto vasco. Fue apenas una tacada de buen juego, pero lo bastante contundente como para desarbolar a un rival con signos de fatiga, que reaccionó sin mucha convicción en el segundo tiempo después de que Raúl García redujese distancias con un golazo poco antes del descanso.
La victoria permite al Celta tomar aire antes de abordar el tramo más comprometido del calendario y refuerza el crédito de Juan Carlos Unzué en un momento de dudas sobre la capacidad del técnico de exprimir a fondo el indiscutible talento que tiene en sus manos. Unzué reconoció la víspera que no habría excusas para no ganar este partido y ha cumplido su objetivo de dar una alegría a la afición con el triunfo más confortable de lo que va de temporada en Balaídos.
un solo cambio
La baja por lesión de Emre Mor propició un once continuista. Un solo cambio, el de Andreu Fontás por el griposo Gustavo Cabral, introdujo el preparador celeste con respecto al once que naufragó hace una semana en Málaga.
Unzué mantuvo inalterado el medio campo, con Lobotka como organizador del juego y Pablo Hernández y Wass, muy activos ayer, en las posiciones interiores; y Iago Aspas, cayendo más al centro para incorporarse con veneno al ataque, Maxi Gómez, menos participativo de lo deseable, y Sisto repitieron en el tridente ofensivo. Todas las líneas, especialmente la de ataque, mejoraron de forma apreciable.
aspas enmudece a aduriz
Iago Aspas y Aritz Aduriz mantiene desde hace algunos años una interesante pugna goleadora que gana sustancia en los enfrentamientos directos entres ambos equipos, una faceta en la que el artillero guipuzcoano, consumado especialista en aguar la fiesta al Celta, mandaba con claridad. Pero ayer fue no solo Aspas fue decisivo y Aduriz, intrascendente, sino que el céltico redondeó la faena con un doblete histórico, que le convierte en el sexto jugador en alcanzar los cien goles con el Celta.
Los dos tantos anotados por el moañés al Athletic permiten también al moañés superar a Aduriz como el mejor goleador español de 2017 -hito que agrega al Trofeo Zarra- y alcanzar a Maxi Gómez como máximo artillero celeste. Y la factura de los goles el morracense rezumó talento: el primero ajustando al palo con la pierna derecha un globo de Andreu Fontás que le dejó mano a mano con el portero; el segundo, acelerando con inteligencia para rematar de cabeza un gran servicio de Daniel Wass al corazón del área.
Iago Aspas es ya el sexto máximo goleador de la historia del Celta y leyenda viva (y en activo) del club vigués. Solo le superan los míticos Vlado Gudelj y Manuel Hermida, Hermidita, y los precursores, Rogelio Nolete y Polo. Y al serbio y al gondomareño puede darles caza esta temporada si es capaz de sostener el ritmo goleador de la pasada.
La conexión danesa
El Celta está encontrando un filón ofensivo en las asistencias de los daneses Daniel Wass y Pione Sisto, que se consolidan como los pasadores más decisivos del cuadro de Unzué. Especialmente gratificantes son los números de Sisto, con ocho pases de gol que le convierten en el mejor asistente de la Liga;. Wass suma ya cuatro.
Sergi, colosal
Mención aparte merece el formidable partido firmado ayer por Sergi Gómez. Rara vez el mejor defensor de un equipo se convierte en uno de sus mejores atacantes y esto precisamente logró ayer el espigado central de Arenys de Mar, que firmó uno de sus mejores encuentros (si no el mejor) con la zamarra celeste.
Impecable en el corte, inexpugnable por alto, infalible en la marca, solidario en las ayudas, Gómez brilló con luz propia en ataque, abriendo el marcador con un perfecto testarazo de muy complicada ejecución que él mismo propició señalando a Sisto el lugar exacto donde tenía que ponerle e centro. El zaguero catalán, cuyo contrato expira en junio de 2019, se está ganando a pulso la renovación. El Celta debería mover ficha de inmediato.
un celta discontinuo
Si bien el Celta resolvió con éxito contra el Athletic su problema en la gestión de la ventaja y demostró una vez más ser un pegador consumado, el equipo de Unzué sigue acusando una preocupante irregularidad para prolongar su rendimiento de forma más o menos sostenida. El problema persiste, tanto de un partido a otro como dentro de un mismo encuentro. Se observan demasiados altibajos y una sensación de fragilidad de la que resulta difícil sustraerse, incluso cuando, como ayer, el equipo de Unzué dispone de una amplia ventaja en el marcador. Sobra calidad para no sufrir tanto.
