El presidente del Celta, Carlos Mouriño, instó ayer al Concello y a la Xunta a llegar a un gran acuerdo por Balaídos y la Ciudad Deportiva para evitar que el problema "se enquiste", así como a "olvidar el pasado" para trabajar de forma conjunta por el futuro del club.

Mouriño hizo este llamamiento a las dos administraciones e incidió en "un nuevo comienzo" que se traduzca en "un cambio total" en la relación entre el club y el Concello sobre el estadio de Balaídos después de que el cierre por motivos de seguridad de la Grada de Río dejase de puertas afuera a 8.500 abonados en el partido de Liga del pasado domingo entre el equipo vigués y el Atlético. El mandatario pidió perdón a los afectados por un problema "ajeno," relató las gestiones realizadas para suspender o alterar el orden del partido y explicó las medidas que el club ha adoptado para compensar a los afectados y reclamó al gobierno local "en 24 horas" una contestación "con claridad" si se podrá jugar ante el Athletic con aficionados en la grada.

"En este día, el Celta considera que hay un punto de inflexión, un nuevo comienzo. Con serenidad, no exento de firmeza y con total decisión solicitamos un cambio total en la relación con el Concello respecto a Balaídos, en la que usemos un lenguaje sencillo, claro, sin palabras grandilocuentes ni ideas fantasiosas, con fechas concretas basadas en realidades", subrayó.

Aunque en su momento Mouriño manifestó que la decisión de llevarse el estadio fuera de Vigo era "irreversible", el mandatario céltico se mostró ayer partidario de explorar nuevas vías de diálogo con la Alcaldía, pero también con la Xunta y el resto de los grupos municipales. "Lo que solicitamos es que el Celta y todo lo que le rodea, estadio y ciudad deportiva, dejen de ser un arma arrojadiza política de unos contra otros", denunció. Y subrayó: "Empecemos reuniones serias, con la participación de la Alcaldía, de los grupos municipales, de la Xunta y del Celta para, olvidándonos del pasado, trabajar por Vigo y para Vigo consolidando uno de los grandes pilares de la ciudad, como es el Celta".

Recordó en este sentido que todavía es posible llegar a un gran acuerdo sobre el estadio y la ciudad deportiva con comercial -que el club trabaja con la Xunta en Mos ante la imposibilidad de desarrollarla en Vigo- y advirtió de la necesidad de consenso entre las distintas administraciones para sacarlo adelante. "Las reuniones que mantenemos con la Alcaldía para terminar las obras requieren de la aprobación de la Xunta. La ciudad deportiva, se instale donde se instale, también. No dejemos enquistar este problema. Busquemos soluciones conjuntas. Estamos a tiempo y en tiempo", destacó Mouriño. "No entremos de nuevo en el debate de un estadio fuera de Vigo, que no desechamos si éste no progresa, y aprovechemos la infraestructura que hay hecha", apostilló.

El presidente del Celta insistió en la importancia en que la nueva ciudad deportiva cuente con un área comercial, ya sea en la ciudad o en su área metropolitana, y reclamó luz y taquígrafos para las reuniones que se celebren entre el club y las administraciones implicadas. "Autorizar la ciudad deportiva con área comercial en Vigo o en su área metropolitana nos hará más competitivos. Esperamos poder llegar a acuerdos claros y concisos y que las reuniones que estamos teniendo con el Concello y con la Xunta puedan ser conjuntas y los avances comunicados públicamente", expuso. Y remachó: "Nosotros diremos a los socios y a los vigueses si tenemos respuesta a esta llamada. Y si no la tenemos, también estaréis informados de por qué no se pueden tener o quién se niega a tenerlas".