Sergio Álvarez regresó a la titularidad ante la sanción de Rubén Blanco por la expulsión en Las Palmas. El guardameta de Catoira tuvo poco trabajo ante un rival del que siempre se espera más carácter ofensivo. Nada pudo hacer el portero del Celta en el remate a bocajarro de Gameiro, al aprovechar el delantero francés un rechace en el área rival tras un saque de esquina. Ese tanto resultó decisivo para que el conjunto rojiblanco se llevase los tres puntos, un resultado que Sergio Álvarez considera injusto, teniendo en cuenta los méritos de uno y otro equipo en esta ocasión. Desde la zona mixta del estadio de Balaídos, el cancerbero lamentó la ausencia de los aficionados de la grada de Río, cerrada como medida de seguridad ante el peligro del desprendimiento de piezas metálicas de la nueva estructura de la cubierta. Expresó su deseo de olvidar pronto la cuarta derrota céltica en la Liga y centrarse ya en el partido del miércoles ante el Eibar, correspondiente a la ida de la cuarta eliminatoria de la Copa del Rey.

"Así es el fútbol. Creo que hoy [por ayer] merecíamos algo más, tanto por las ocasiones que tuvimos como por el juego desplegado. Pero hay que quedarse con las cosas positivas, que el equipo hizo un gran partido, tanto a nivel ofensivo como defensivo", explicó Sergio Álvarez a modo de resumen del partido contra un Atlético de Madrid muy conservador en su planeamiento táctico.

El guardameta del conjunto celeste habla de los aspectos positivos de su equipo, que supo cerrarle los espacios a un rival especialista en jugar a la contra, aprovechando la velocidad de jugadores como Griezmann o Gameiro, sus referencias más ofensivas en la tarde de ayer. "Tuvimos controladas sus transiciones, que sabemos que son muy peligrosas. Hay que mirar el lado positivo de nuestra actuación y borrar cuanto antes este partido, pensar ya en el que nos espera el miércoles", comentó Sergio.

Balaídos ayer sólo abrió tres gradas, ante el cierre de Río por parte del Ayuntamiento. Sergio Álvarez admite que en el campo notaron la ausencia de buena parte de su afición. "Evidentemente, sí se notó la grada vacía. Son muchas personas las que faltaron, apoyándonos y alentándonos, como hacen en cada partido en Balaídos. Es una pena que pasen estas cosas porque perjudica, sobre todo, a los que no pueden venir y nos perjudica a nosotros porque no nos pueden ayudar en momentos difíciles de los partidos", dijo sobre un duelo que LaLiga no quiso suspender y el Atlético de Madrid tampoco aceptó que se jugase en el Wanda Metropolitano. Alrededor de 9.000 personas, entre abonados y aficionados que habían adquirido entradas con antelación tuvieron que ver el encuentro por televisión y de ellos se acordó Sergio Álvarez, que posiblemente juegue la Copa del Rey después de que Rubén Blanco le ganase el pulso por la titularidad en la Liga. No obstante, Unzué mantiene que cualquiera de los dos puede ser titular en la portería céltica.