La debilidad defensiva se ha convertido en uno de los principales problemas del Celta en el inicio de temporada. Los errores han pasado factura en la retaguardia, que ha sido la línea del equipo más señalada por las críticas. La propuesta de Juan Carlos Unzué acentúa la importancia de la salida de pelota jugada desde la defensa, un cambio de fórmula que al equipo le está costando asimilar más de lo previsto. Después de siete partidos, el preparador navarro no acaba de dar con la tecla defensiva. Así lo atestiguan, por ejemplo, los numerosos cambios realizados en el eje de la zaga sin mediar lesiones o el hecho de haber utilizado ya dos porteros en siete partidos de Liga.

A pesar de ser la línea más desguarnecida en número de efectivos, el movimiento de piezas en el centro de la defensa ha sido constante desde la primera jornada de Liga. En las siete primeras jornadas, hasta que Hugo Mallo se lesionó durante el último compromiso ante el Girona, Unzué ha mantenido inamovibles a sus dos laterales específicos -el marinense en banda derecha y Jonny arrimado al flanco izquierdo- y ha utilizado cuatro parejas distintas de centrales: Cabral y Fontás (Real Sociedad, Alavés y Espanyol) Sergi y Roncaglia (Betis), Sergi y Fontás (Getafe y Girona) y Cabral y Sergi (Eibar).

Las recientes lesiones de Mallo y Roncaglia obligarán a Unzué a improvisar una defensa de circunstancias en el próximo partido ante Las Palmas, pero es de suponer que, si no median lesiones, el técnico continuará buscando en los siguientes encuentros a su pareja de centrales titular. Las características del rival, factor que el técnico céltico tiene siempre muy en cuenta, el momento de forma y el rendimiento en los entrenamientos, condicionarán también las decisiones del técnico.

En estos primeros partidos, el movimiento de piezas ha sido también frecuente en el medio campo, especialmente en el centro de la línea, aunque en este caso las lesiones han influido en las decisiones de Unzué. El preparador céltico ha empleado hasta la fecha tres pivotes distintos y varias combinaciones de interiores. Antes de lesionarse con Serbia en el primero de los parones por los partidos de selecciones, el balcánico fue el pivote titular en los dos primeros compromisos ligueros (Real Sociedad y Betis). El eslovaco Lobokta, a quien Unzué también ha empleado como interior, ha jugado en tres ocasiones en el vértice inferior de la línea (Alavés, Espanyol y Girona) y otra como interior, posición que también ha desempeñado en un par de ocasiones entrando desde el banquillo.

El medio centro más regular y productivo ha sido, sin embargo, el chileno Pablo Hernández, aunque la lesión muscular sufrida poco antes del partido contra el Girona le ha cortado el ritmo. Hernández ha sido titular con muy buenas prestaciones con distintos compañeros: frente al Getafe el "Tucu" estuvo flanqueado por Jozabed y Brais Méndez y ante el Eibar Wass y Lobotka fueron sus acompañantes.

El entrenador del Celta ha utilizado hasta la fecha cuatro diferentes tripletas de centrocampistas: Wass, Radoja y Jozabed (Real Sociedad y Betis); Wass, Lobotka y Jozabed (Alavés, Espanyol y Girona); Brais Méndez, Pablo Hernández, Jozabed; y Wass, Pablo Hernández y Lobotka.

Tampoco la portería, una línea poco proclive a los cambios, se ha librado de rotaciones. En siete partidos, Unzué ha utilizado a dos de sus tres porteros. Sergio ha jugado los cinco primeros encuentros (Real Sociedad, Betis, Alavés, Espanyol y Getafe) y Rubén Blanco ha jugado los dos últimos (Eibar y Girona).

El movimiento de futbolistas en el eje de la zaga y la línea de medios contrasta con la inmutabilidad del frente de ataque, donde los cambios han brillado por su ausencia. La lesión de John Guidetti una semana antes de iniciarse el campeonato propició la decisión de formar con Maxi Gómez con delantero centro con Aspas y Sisto arrimados a las bandas, una tripleta atacante que se ha repetido de forma sistemática en todos los partidos que el Celta ha disputado hasta la fecha.

Haz click para ampliar el gráfico