Pese a estar lesionado, el Celta no ha logrado convencer a Pablo Hernández, el Tucu, para que se recupere en Vigo. El chileno es consciente de que su país se juega la vida en las dos últimas citas de clasificación para el próximo Mundial y quiere hacer todo lo posible para ayudar a su equipo para estar en Rusia el próximo verano.

El Tucu se cayó a última hora de la lista de convocados de Juan Carlos Unzué para el partido de Liga del pasado viernes contra el Girona por causa de una lesión muscular. Los servicios médicos del Celta le diagnosticaron, en concreto, una rotura de fibras en el sóleo (gemelo interno) de su pierna izquierda y establecieron un pronóstico de recuperación de unas dos semanas.

La selección de Chile se mide a Ecuador en Santiago el próximo 5 de octubre y termina la fase de clasificación el día 10 en Sao Paulo contra Brasil, que está ya matemáticamente clasificada. Hernández confía en poder estar disponible para este último partido aunque, atendiendo al pronóstico de los médicos, tendría muy complicado llegar a tiempo.

La decisión final la tomará seguramente el propio jugador, de acuerdo con Juan Antonio Pizzi, pero no sería la primera vez que el Celta se ve perjudicado por una situación de este tipo con la selección chilena.

Más tranquilizadora es la situación del serbio Nemanja Radoja, que no irá con su selección a los dos últimos partidos de clasificación mundialista con la selección de Serbia. El medio centro recibió el alta médica el pasado viernes después de superar una lesión de rodilla que lo mantuvo tres semanas alejado de los terrenos de juego, con lo que, salvo contratiempo, llegará al partido contra Las Palmas en plenitud de facultades. Y la previsible ausencia de Hernández en este encuentro hace más importante su disponibilidad para el once.

Por otra parte, Stanislav Lobokta y Emre Mor viajaron ayer a la concentración de sus respectivas selecciones nacionales después de ejercitarse en A Madroa a las órdenes de Juan Carlos Unzué. El eslovaco participa con su selección en un doble compromiso ante Escocia y Malta con buenas expectativas de lograr la repesca, mientras que Mor se enfrenta con Turquía a Finlandia e Islandia con peores perspectivas y la necesidad de ganar los dos partidos.