El Celta repite los mismos resultados del arranque del curso pasado, el último de Eduardo Berizzo al frente del conjunto vigués: cuatro puntos en las cinco primeras jornadas de Liga. Balaídos, sin embargo, muestra mayor desencanto e impaciencia ahora con el equipo de Juan Carlos Unzué que entonces con el del argentino, quien se había ganado la confianza de la afición con excelentes resultados y después de superar un bache de diez jornadas sin ganar en el año de su debut al frente de la plantilla céltica. Tampoco el trabajo de Luis Enrique Martínez lució al comienzo de su única temporada en Vigo. Solamente sumó seis de los primeros quince puntos el preparador asturiano. Berizzo tuvo un mejor estreno en el banquillo céltico, pues acumuló 9 puntos en cinco jornadas y con ellos situó al Celta en la sexta plaza.

Los nuevos proyectos futbolísticos necesitan tiempo y paciencia para asentarse, a lo que no están dispuestos a esperar muchos dirigentes de los clubes ni parte de las aficiones. En Balaídos se originaron protestas el jueves desde los minutos iniciales del partido contra el Getafe hacia sus jugadores por los reiterados pases atrás que realizaban para iniciar las jugadas.

A Unzué le pareció lógico el enfado de la afición tras el empate ante el equipo madrileño, recordando incluso que el Celta venía de protagonizar una excelente etapa con Berizzo.

La memoria es flaca por momentos, pues el técnico argentino estuvo al borde de la destitución después de que su equipo encadenase una decena de jornadas sin ganar, coincidiendo con una victoria histórica en el Camp Nou ante un Barça que dirigían Luis Enrique Martínez y Juan Carlos Unzué. La suerte de Berizzo cambió gracias a una controvertida decisión arbitral de Teixeiras Vitienes, que anuló un penalti al Córdoba después de pitárselo a favor. Los andaluces cayeron finalmente por la mínima. La victoria céltica dio el respiro suficiente a Berizzo para poder construir el equipo que lograría dos semifinales de Copa y una de la Liga Europa.

A pesar de los éxitos coperos y europeos, el Celta tuvo un mal comienzo en la Liga 2016-17. Su debut no pudo ser peor en el campeonato: cayó en Vigo ante un Leganés que jugaba el primer partido de su historia en la máxima categoría. La visita al Bernabéu se saldó con otra derrota (2-1) y el Atlético le endosó una goleada a los célticos (0-4) en la tercera jornada. El primer punto celeste llegó en El Sadar, con un empate sin goles ante un rival muy flojo, que acabó descendiendo a Segunda. La primera victoria céltica llegó en el quinto partido. El Sporting de Gijón estuvo a punto de llevarse un empate de Vigo. Lo evitó Aspas con un tanto en el minuto 86. Ese triunfo llevó al equipo vigués a la decimoséptima plaza, con cuatro puntos.

En esa misma situación se encuentra ahora el equipo de Unzué, que el jueves vio cómo Ángel, delantero del Getafe, le privaba de los tres puntos en la recta final del encuentro. En la rueda de prensa posterior, Unzué proclamó su convencimiento en que su idea de juego surtirá el efecto deseado y que no variará de planteamiento.

"Sin ninguna duda, tengo los jugadores para jugar de esta manera. Y no voy a intentar jugar a algo en lo que no creo. Pero a veces también podemos jugar en largo, no solamente venimos a jugar de una manera. Tengo mi idea y estoy en el proceso de transmitirla. No hacer eso sería mi perdición porque de la otra manera no saldría bien", subrayó Unzué desde la sala de prensa de Balaídos.

Berizzo y Luis Enrique Martínez dirían palabras similares en una situación parecida a que afronta ahora Unzué. La diferencia es que el asturiano se hizo cargo de un equipo que había estado a las puertas del descenso, por lo que las exigencias de club y afición eran las de conformarse con no pasar tanta agonía en las jornadas finales de la temporada, y el último año de Berizzo en Vigo fue histórico por llevar al club a su primera semifinal europea. En LaLiga, en cambio, los resultados fueron mucho más negativos que en los tres anteriores cursos, con cinco derrotas y un empate en las últimas jornadas del campeonato.

El actual arranque es idéntido al pasado. Incluso el Celta ocupa la misma plaza en la clasificación que entonces (17º). El celtismo, en cambio, se mostraba más tranquilo y confiado que ahora. Los dos anteriores proyectos también necesitaron tiempo para consolidarse. Luis Enrique Martínez y Berizzo llegaron a estar cuestionados, pero fueron añorados en el momento de marcharse al Barcelona y al Sevilla, respectivamente.