El Celta B se llevó el histórico derbi de la ciudad olívica en las alturas ante el Rápido de Bouzas en Barreiro (2-1). Un partido que significó la verdadera fiesta del fútbol vigués, con dos equipos que llenaron las gradas del estadio del barrio de Lavadores y ofrecieron a los espectadores intensidad y emoción desde el pitido inicial.

El Rápido de Bouzas, debutante en Segunda División B, metió el miedo en el cuerpo al Celta segundos después del saque de centro. Un error en la salida de balón de los celestes lo aprovechó el equipo de Borja Jiménez para ponerse por delante. Anderson no desperdició el regalo y batió a Sotres. El tanto de los boucenses generó dudas en la escuadra céltica, que sin embargo volvió a entrar de nuevo en el encuentro gracias a un penalti pasado el cuarto de hora. Agus Medina fue derribado dentro del área por un defensa del Rápido. Juan Hernández igualó el encuentro desde los once metros.

El gol dio confianza a los locales, que se asentaron sobre el verde de Barreiro. Sin embargo quien volvió a rozar el gol fue el Bouzas. Sotres se empleó a fondo para desviar a saque de esquina una falta lanzada por Deivid. Con el paso del tiempo los celestes se fueron encontrando más cómodos de la mano de un gran Kevin y la calidad de Drazic. El propio jugador serbio dispuso de dos grandes ocasiones para adelantar al Celta B antes del descanso, pero en la primera no consiguió poner entre los tres palos una volea imposible tras un servicio de Pastrana y en la segunda remató al lateral de la red ante la salida de Brais.

La segunda mitad arrancó como terminó la primera. El Rápido trataba de contener a un Celta B lanzado a por el segundo tanto, que llegó pasados veinte minutos tras la reanudación con un gol de falta obra de Agus Medina. El centrocampista celeste batió a Brais por su propio palo. Antes ya lo habían intentado Kevin y Pastrana.

Pero el Rápido no se dio por vencido. El conjunto aurinegro reaccionó. Jiménez dio entrada desde el banquillo a Carnero. Los boucenses apretaron los dientes hasta el final y a punto estuvieron de encontrar su premio en la recta final. Trigueros filtró un balón interior a Anderson para que el delantero regatease a Sotres. El atacante del Bouzas, sin ángulo, puso el pase de la muerte hacia Caballero, que disparó a bocajarro y solo la milagrosa intervención del portero del Celta B evitó el empate.

El primer derbi vigués entre Celta B y Bouzas en la categoría de bronce deja a los celestes invictos y provisionalmente en el liderato hasta que mañana juegue el Cerceda. Los boucenses, por su parte, dormirán en la zona alta de la tabla aunque pierden una imbatibilidad que han conseguido mantener durante cinco jornadas.