El Celta volvía ayer a Balaídos con la urgencia de ganar, de cubrir los asientos vacíos del estadio que tanto molestan a la Liga y de comprobar la potencia de la iluminación provisional de la grada de Río. Al equipo de Unzué le empiezan a llover las críticas y para intentar acallarlas, el técnico navarro sorprendió ayer con tres novedades con respecto al once que fracasó en Cornellà-El Prat.
Parecía una alineación improvisada, aunque es de suponer que Unzué le daría muchas vueltas al equipo que tendría que cambiar la pésima imagen que ofreció el Celta ante el Espanyol. Provisional, que no improvisada, era la iluminación sobre la nueva visera de la grada de Río que el Ayuntamiento tuvo que montar con urgencia para que pudiera celebrarse el primer partido nocturno en Balaídos de esta temporada.
Que se ocupen más del setenta por ciento de las localidades de Tribuna, hacia donde enfocan las cámaras que retransmiten el partido, parece incluso más complicado que los de Unzué consigan un triunfo o que las obras de reconstrucción concluyan en los plazos previstos.
Hay cosas en este Celta que no pueden tener una solución inmediata, por lo que la Liga seguirá penalizándole por el bajo aforo en el estadio, que afea un espectáculo de proyección planetaria -aunque se afirma que la Liga no tiene en cuenta los partidos entre semana-.
Tampoco parece probable que Unzué encuentre pronto el equipo ideal que lleve al Celta a practicar el fútbol con el que deleitaba a su afición hace pocos meses. Maxi Gómez está empeñado en seguir marcando goles. Acapara todos los del equipo el atacante uruguayo. Lo que podía ser una bendición, puede convertirse en un problema porque el técnico no puede llevar a cabo el plan de juego que tenía previsto para el Celta. El charrúa nada tiene que ver con Guidetti, con el que Aspas mezclaba mejor el curso pasado. Además, impide ver juntos a Pione, a Aspas y a Emre Mor, como anhelan muchos aficionados.
Todo parece provisional ahora mismo en este Celta, no solo por las obras del campo o por la ubicación de las cámaras que afean el espectáculo. Unzué no ha encontrado la fórmula para que su equipo gane y haga feliz al celtismo.
