Los fichajes han reactivado al Celta en su primera prueba de fuego de la temporada. El conjunto de Juan Carlos Unzué estrena por fin su casillero de puntos impulsado por los goles del infalible Maxi Gómez y el exquisito criterio de Lobotka, que dio un curso avanzado de organización del juego en una posición, la de pivote, inédita de celeste hasta la fecha.
La fiabilidad de Sergio, que hurtó dos goles cantados a Bojan, y el sobrio comportamiento defensivo en los minutos finales, cuando el rival echó el resto en busca del empate, hicieron el resto. Pero no fue una victoria fácil. El Celta perdonó tanto o más que su rival y, por momentos, ofreció preocupantes lagunas defensivas que pudieron volver a costarle un disgusto.
un definidor impecable
Maxi Gómez continúa en estado de gracia, con la diferencia de que su gol bastó ayer para llevar al Celta a la victoria. Nadie sospechaba que el joven artillero uruguayo iba a ofrecer semejante rendimiento nada más aterrizar en la Liga española. Tras una pretemporada discreta, la competición ha activado una versión casi infalible del charrúa, que prácticamente convierte en gol cada balón que caza en el área. Ayer, de nuevo en el segundo palo, tras un magnífico centro de Pione Sisto desde la banda izquierda. Maxi encadena tres jornadas consecutivas anotando y suma cuatro goles en tres partidos, algo que solo Messi ha mejorado en este arranque de curso. En este breve periodo, el depredador uruguayo se ha mostrado como un definidor impecable. Fuera del área parece torpe pero en cuanto se acerca a la portería es mortal de necesidad. Domina con pericia la suerte del remate y posee una rara intuición natural para esperar la pelota donde puede hacer más daño al adversario. Imponente.
el hilo conductor
El Celta ha encontrado un verdadero filón en el fichaje de Lobotka, uno de esos tipos capaces de encarnar el estilo de juego de un equipo. El internacional eslovaco es un centrocampista con todas las letras: defiende con rigor, maneja con exquisito criterio la pelota, domina el regate y sobresale en la conducción. Despunta en el juego en largo, brilla en las distancias cortas y es capaz de mover al equipo sin poner en riesgo la pelota. Solo el juego por alto se le resiste.
La ausencia de Radoja, aquejado de una lesión de la que no se informó, propició que Unzué lo utilizase en la posición de pivote, la que habitualmente ocupa en la selección eslovaca. Después de sus formidables actuaciones en los partidos de clasificación para el Mundial y, particularmente, de su exhibición en Wembley, no es extraño que Unzué decidiese darle la alternativa en perjuicio de Pablo Hernández, a quien el técnico recurrió con acierto en los minutos finales para fortalecer el control del juego aéreo. Lobotka respondió con casi un 90 por ciento de efectividad en el pase (mayoritariamente en vertical) y un excelente criterio organizativo en la elaboración del juego.
portería a cero
Hacía doce partidos, desde abril pasado, cuando ganó a domicilio al Granada, que el Celta no mantenía su portería a cero. No encajar gol le permitió ayer sumar la primera victoria del curso en un choque en el que no pagó sus gruesos errores defensivos gracias a la fiabilidad de Sergio, que rectificó sus errores en los dos compromisos anteriores con una actuación sobresaliente. Bojan todavía debe estar soñando con el catoirano, que desactivó un mano a mano con todo perdido y evitó con el cuerpo el empate en otra acción a bocajarro. El Gato está de vuelta.
cambios certeros
El inteligente movimiento del banquillo de Unzué contribuyó decisivamente a la victoria. La entrada de Sergi Gómez y Pablo Hernández mejoró el control del juego aéreo y el debut de Mor en los últimos cuatro minutos activó a la grada en el momento preciso.
