La cantera de A Madroa se abre camino entre las mejores del fútbol español, pero además puede presumir de que resulta muy rentable para el Celta, que ha ingresado ya más de 50 millones de euros por la venta de futbolistas que se han formado en su ciudad deportiva. El último en marcharse ha sido Pape Cheikh, que ayer pasó reconocimiento médico en Lyon y hoy podría ser presentado como nuevo jugador del Olympique. El equipo francés abonará por el joven centrocampista hispano-senegalés 10 millones de euros fijos, 4 millones más en variables y se compromete a pagar a los célticos el 15 por ciento de una futura venta. Pape completa una nómina de canteranos traspasados que incluye a Iago Aspas, Míchel Salgado, Santi Mina, Yoel Rodríguez, Denis Suárez, Joselu Sanmartín o Rodrigo Moreno. Pero las ventas no son los únicos beneficios que generan las instalaciones del Celta en Candeán. Siete de los veintiún jugadores de la primera plantilla se han formado en las categorías inferiores del club. Cuatro de ellos (Sergi Álvarez, Hugo Mallo, Jonny Otto y Aspas) son habituales en el once del conjunto celeste, que este verano ha cedido a Madinda al Asteras Trípolis griego, a Borja Iglesias al Zaragoza y a Borja Fernández al Reus.
Pape se convierte en la segunda venta más elevada de la historia del Celta, después de que el año pasado traspasase a Nolito al Manchester City por 18 millones de euros. El internacional sub-19 desbanca a Salgado como el canterano más rentable económicamente para el club vigués. El lateral se marchó en 1999 al Real Madrid por 12 millones de euros.
El club que preside Florentino Pérez se fijó más en la cantera de A Madroa y aprovechó las penurias económicas del Celta para llevarse a dos de sus perlas: Joselu Sanmartín y Rodrigo Moreno. El delantero centro de Silleda había debutado con el primer equipo y en 2009 se marchó al filial madridista por 1,5 millones de euros. El atacante hispano-brasileño fue vendido por 600.000 euros.
Dos años después, A Madroa también llamaba la atención internacional. El Manchester City contrataba al juvenil Denis Suárez por 1 millón de euros. La ciudad deportivas de A Madroa se quedaba sin algunas de sus joyas, aunque las penurias del club permitirían entonces que muchos jóvenes diesen el salto al primer equipo.
De esa etapa con el equipo en Segunda dan el salto al profesionalismo jóvenes como Iago Aspas y Yoel Rodríguez. El delantero de Moaña acabaría marchándose en el verano de 2013 al Liverpool, previo pagado de 9 millones de euros. El guardameta vigués se marcharía al año siguiente al Valencia, por 3 millones de euros. El equipo valenciano se encaprichó por Santi Mina, y el joven atacante acabó en Mestalla tras dejar en la caja del Celta 10 millones de euros.
Los ocho traspasos mencionados (Pape, Míchel, Aspas, Mina, Yoel, Joselu, Denis y Rodrigo) alcanzan un saldo positivo para las arcas célticas de 51 millones de euros.
A esta cifra hay que añadir las sumas que el Celta ha ido recibiendo periódicamente por los derechos de formación en posteriores cambios de clubes de estos futbolistas. La conocida como "contribución de solidaridad" ha aumentado el precio total de las ventas de los canteranos de A Madroa. Por ejemplo, el traspaso de Rodrigo Moreno se ha multiplicado por tres. El Celta ingresó otros 600.000 cuando el jugador fuevendido por el Real Madrid al Benfica por 6 millones de euros. El club vigués se había reservado un 10 por ciento de una posible venta. El equipo lisboeta cobró posteriormente 30 millones de euros por Rodrigo, que fichó por el Valencia. Por esa operación, el Celta sumó otros 600.000 euros, ya que se trataba de una operación internacional y le correspondía el 2 por ciento de la venta por derechos de formación, según establece la normativa FIFA.
Ese dinero extra para el Celta se vio incrementado en el caso de Joselu, que también ha llevado una agitada vida deportiva desde que se marchó de Vigo. El Real Madrid aceptó en 2012 una oferta de 6 millones de euros del Hoffenheim alemán por el delantero de Silleda, nacido en Stuttgart. Dos años después, Joselu se marchaba al Hannover por 5 millones de euros. El Stoke City abonó 8 millones de euros al año siguiente por el excéltico, que este verano firmó por el Newcastle, por 5,5 millones de euros. La incorporación del futbolista de Silleda a la Liga inglesa le reportó al Celta 240.000 euros. A estos hay que añadir los procedentes de su pase al Newcastle. La venta del trasdezano ya ha supuesto unos ingresos totales superiores a los 2 millones de euros para el conjunto vigués.
Otros de los traspasos célticos desde 2009 seguirán generando beneficios al club que preside Carlos Mouriño, que se ha reservado un 15 por ciento por la futura venta de Pape Cheikh.
Además, canteranos de la primera plantilla como Aspas, Mallo, Jonny, Rubén Blanco o Iván Villar mantienen una elevada cotización en los mercados del fútbol, que este verano ha alcanzado cotizaciones impensables hace apenas unos meses. El París Saint Germain ha reventado esta bolsa de valores con los 222 millones de euros que pagó por Neymar. Ese movimiento ha elevado la cotización de jóvenes como Dembelé, por el que el Barcelona pagará 145 millones de euros (105 fijos y 40 de variables).
Estos precios elevan el valor de las canteras y la del Celta se ha ganado el prestigio internacional por los buenos resultados que sus equipos consiguen en torneos importantes por medio mundo.
Con las arcas saneadas y los balances económicos con beneficios, el Celta ha ido blindando a las perlas de A Madroa para dificultar la voracidad de los grandes clubes europeos. La última ampliación de contrato la firmó Mouriño con Brais Méndez, otro centrocampista con talento que ya ha participado en la pretemporada con el primer equipo y Unzué lo considera el relevo de Pape Cheikh, que hoy seguramente posará con la camiseta del Olympique de Lyon, que ha contribuido a engordar las cuentas del Celta, que en lo que va de verano se ha gastado 12,5 millones de euros en tres fichajes (Lobotka, 5 millones; Maxi Gómez, 4; Jozabed, 3,5). Los ingresos con la venta de Marcelo Díaz (0,5 millones) y de Pape Cheikh (14 millones) dejan un balance positivo de 2,5 millones. Con unos presupuestos generales que registran saldos positivos, gracias a los ingresos por la Europa League y los derechos televisivos, el Celta mantiene en A Madroa una importante vía de ingresos, que ya superan los 50 millones de euros.
