Felipe Miñambres, director deportivo del Celta, aseguraba hace una semana que el Celta no había recibido oferta alguna por ninguno de sus jugadores importantes. El ejecutivo reconocía sin embargo que sí esperaban ofertas a lo largo del verano por los futbolistas con mejor cartel de la plantilla y Jonny es, por edad y condiciones, su zaguero más cotizado.

Buena parte del supuesto interés que algunos equipos tenían por el canterano celeste no ha pasado de la antesala del rumor. El pasado verano no llegaron a sustanciarse ofertas en firme por el futbolista, seguramente porque el Celta no tiene ni la intención ni la necesidad de venderlo y su precio es demasiado elevado para la mayor parte de los equipos.

El discurso en Plaza de España ha sido, hasta la fecha, inamovible: Jonny solo dejará el Celta si algún equipo paga su cláusula de rescisión. La libertad del jugador cuesta desde el pasado 1 de julio 18 millones de euros, un precio que no muchos equipos pueden permitirse desembolsar por un defensa.

El único modo de que el Celta bajase el precio sería la presión del propio jugador, pero hasta junio pasado Jonny se ha mostrado feliz con su vida en el Celta y ha reiterado en múltiples ocasiones que no tiene prisa en cambiar de aires.

Esta determinación podría haber cambiado este verano, pues en junio pasado, antes de embarcarse con la selección española sub 21 en el Europeo de Polonia, el jugador de Matamá insinuó por primera vez que estaba dispuesto a probar fortuna lejos de Balaídos, siempre que se diesen las circunstancias adecuadas para su marcha.

Tales condiciones podrían darse ahora. A Radio Galega informaba el pasado martes que el Celta había rechazado sendas ofertas de 12 millones de euros de la Fiorentina y el Nápoles, pero en Plaza de España no han confirmado (aunque tampoco desmentido) tal extremo. A estos dos importantes equipos italianos se habría sumado, según Sky Sports, la Roma, cuyo director deportivo, el exsevillista Monchi, sigue desde hace tiempo los pasos del defensa céltico. En contra de lo que se ha publicado, no ha existido interés formal del Sevilla por hacerse con Jonny, según ha podido constatar este diario de fuentes fidedignas, y Eduardo Berizzo ha mantenido públicamente que no va a "tocar" a ningún jugador del Celta para reforzar al conjunto nervionense.

Otra cuestión es el problema que supondría la venta de Jonny en la confección de la actual plantilla. La versatilidad del canterano multiplica las alternativas del técnico en los flancos defensivos, justamente las únicas posiciones de la plantilla en las que los puestos no están doblados. Su marcha obligaría a encontrar un sustituto polivalente, lo que no va a resultar nada fácil en el actual mercado.

Pero más que su venta, al Celta le preocupa su renovación. Jonny concluye contrato en 2019 y las negociaciones para su renovación marchan más lentas de lo que al club el gustaría.