Borja Iglesias ya ha elegido destino. El delantero compostelano jugará cedido hasta final de temporada en el Real Zaragoza, que se hace con sus servicios a préstamo tras salvar la competencia de media Segunda División. Será, como pretendía el futbolista y prefería el Celta, una cesión pura y dura, sin opción de compra, con lo que el artillero retornará a Vigo en junio próximo para cumplir el año de contrato que le resta con el equipo vigués.
Borja Iglesias viajará en las próximas horas a la capital aragonesa para pasar reconocimiento médico y cumplir con el protocolo de la firma de su nuevo contrato antes de incorporarse el lunes a los entrenamientos con el conjunto maño. La presentación oficial se celebrará la próxima semana.
El Zaragoza ha sido finalmente el que ganado la batalla por hacerse con un delantero que se rifaba media Segunda División y por quien el Barcelona llegó a ofrecer, sin éxito, un millón de euros para incorporarlo a su equipo filial. Pero la idea de volver a jugar en un equipo dependiente no convencía del todo a Iglesias, cuya primera idea era realizar la pretemporada con el Celta para intentar convencer el Juan Carlos Unzué de que podía tener un hueco en la primera plantilla.
La elevada competencia con que se iba a encontrar en el Celta frente a jugadores más experimentados y la constatación de que se iba a convertir en el quinto delantero en el orden de preferencias del nuevo técnico, le hicieron sin embargo cambiar de opinión. El gran interés mostrado por el Zaragoza por contratarlo, la condición de histórico del conjunto maño, la entidad de la ciudad y el nuevo proyecto deportivo que el club armará a las órdenes de Natxo González con el objetivo de ascender a Primera División han inclinado la balanza a favor del conjunto maño frente a otros pretendientes de la categoría de plata, como el propio Barcelona B, el Córdoba, el Granada o la Cultural Leonesa, entre otros.
A diferencia de casos anteriores en cesiones de canteranos, el Celta no ha renovado de Iglesias antes de prestarlo al club maño, con lo que su contrato no sufre modificaciones y finaliza en junio de 2019.
Con la contratación de Borja Iglesias, el Zaragoza se asegura un sustituto de garantías del canario Ángel Rodríguez, autor de 21 goles el pasado curso con el conjunto maño, y que acaba de comprometerse con el Getafe.
Aunque Iglesias carece de experiencia en la categoría de plata, sus números con el filial céltico le avalan: 34 goles en 39 partidos, dos de ellos de promoción de ascenso, convirtieron al compostelano en el máximo artillero nacional de Segunda División B la pasada temporada.
Sus registros con el Celta B, adonde llegó en 2014 procedente del Villarreal C, tampoco admiten discusión: 67 goles en 128 partidos con el equipo filial, en los que curiosamente logró una sola asistencia, el pasado curso, a Brais Méndez, en el duelo contra el Palencia en el campo de La Balastera.
<blockquote class="twitter-tweet" data-lang="es"><p lang="es" dir="ltr">?? OFICIAL | <a href="https://twitter.com/BorjaIglesias9">@BorjaIglesias9</a> xogará a 1 tempada cedido no <a href="https://twitter.com/RealZaragoza">@RealZaragoza</a>. Moita sorte Borja!<br><br>?? <a href="https://t.co/MRZDonob7f">https://t.co/MRZDonob7f</a> <a href="https://t.co/YLxN1WEjC7">pic.twitter.com/YLxN1WEjC7</a></p>— RC Celta (@RCCelta) <a href="https://twitter.com/RCCelta/status/882947386930327552">6 de julio de 2017</a></blockquote>
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Sus buenas prestaciones con el Celta B propiciaron hace tres temporadas su debut en Primera División de la mano de Eduardo Berizzo, que le dio 11 minutos contra el Sevilla en el Ramón Sánchez Pizjuán en sustitución de Santi Mina. El curso siguiente el preparador argentino recurrió al punta del filial en la Copa del Rey, donde disputó 39 minutos en el primer partido de la eliminatoria de octavos de final contra el Cádiz.
Por otra parte, el Celta anunció ayer que este mediodía se celebrará en Balaídos la presentación oficial de Jozabed Sánchez, comprado la víspera al Fulham por cuatro millones de euros. El atacante sevillano firmará por cuatro temporadas y tendrá un cláusula de rescisión de 30 millones de euros.
