Marcelo Díaz vive una etapa paradójica en su carrera: suplente y prescindible en Vigo, mariscal de su selección en el escenario internacional. El centrocampista ha recuperado su mejor versión en la Copa Confederaciones, en la que hoy intentará proclamarse campeón. Sus actuaciones, sin embargo, no parecen alterar los planes del Celta. En Praza de España sigue decididos a traspasarlo si llega una buena oferta. Así que el reverdecimiento de Díaz contenta, sobre todo, porque lo revaloriza en el mercado.

Chile y Alemania se juegan hoy el título de la Copa Confederaciones. (20.00, GolTV) en San Petersburgo. Seguramente la final esperada, aunque los germanos hayan acudido con una especie de segundo equipo -y Portugal también opositase al cetro-. Puede incluso Chile presumir de favorita. La Roja -reclama la originalidad del apodo que ahora emplea España- ha mantenido con Juan Antonio Pizzi la competitividad que edificó Bielsa, con Berizzo a su lado, y alimentó Sampaoli. Los chilenos han mostrado dientes en los dos últimos Mundiales y han conquistado la Copa América en 2015 y 2016, en ambos casos imponiéndose por penaltis en la final a la Argentina de Messi. Los penaltis son toda una especialidad de los sudamericanos, que eliminaron de tal guisa a Portugal el pasado miércoles. No es tanto fortuna como oficio. Componen una escuadra de estilo asentado, tan consistente como afilado, y con jugadores que se conocen bien y casan entre sí. Con estas credenciales, se entiende que las casas de apuestas apenas concedan una ligera ventaja a Alemania pese al contundente 4-1 que la Mannschaft le endosó a México en semifinales. Chilenos y alemanes ya se enfrentaron en la primera fase, con empate a un gol.

Alexis Sánchez y Vidal ocupan el estrellato en la selección chilena. Incluso Vargas puede situarse entre ellos. Todos, sin embargo, se apoyan sobre una columna vertebral de color celeste. El Tucu Hernández ha ido ganando poco a poco más importancia en los esquemas de Pizzi. Marcelo Díaz la ha tenido desde el principio. Ni en los días de mayor orillamiento en Vigo ha perdido el mediocampista de Padre Hurtado sus galones. Al punto que puede considerársele la pieza clave en todo el esquema: el jefe en la cancha, pues de él parte el juego; el líder espiritual, fuera: "Es el día, muchachos", arenga a sus compañeros.

Aunque sujeto a críticas, como todos, en Chile no se discute demasiado la preeminencia de Marcelo Díaz. El periodista chileno Pato Figueroa ficciona un diálogo en Twitter para ilustrar la gran actuación del céltico ante Portugal.

- Papá, ¿quién era Chelo Díaz?

- El que daba 107 pases correctos por partido.

Carepato ha encontrado en la selección el alivio que necesitaba tras una temporada complicada con el Celta -aunque también es cierto que ha sido muchas veces el esfuerzo con la Roja el que le ha pasado después factura en Vigo-. Fichado del Hamburgo en enero de 2016 por petición expresa de Eduardo Berizzo para sustituir a Augusto Fernández, que acababa de irse al Atlético, el Chelo cogió de forma inmediata el mando del equipo.

La situación sufrió un vuelco la pasada temporada. El jugador comenzó el ejercicio renqueante y nunca fue capaz de adquirir su mejor tono físico. Y cuando se sentía ya cerca de él y confiaba en disfrutar al menos de una buena recta final llegó esa patada al tobillo de Soldado que lo descabalgó.

La impresión que quedó en Praza de España, ya incluso antes de que se procediese al relevo en el banquillo de Berizzo por Unzué, era que Marcelo Díaz ya no estaba en disposición de batallar al máximo nivel. Sus actuaciones con Chile parecen desmentirlo y no solo en lo que se refiere a construcción del juego. También ha brillado en la contención. Marcelo, menudo, lento de piernas, ha sufrido curiosamente mucho con el sistema defensivo de su gran valedor porque la marca al hombre que ordenaba Berizzo le exigía prolongados esfuerzos en la carrera y mucha fricción corporal. Unzué, sin embargo, apostará por la marca en zona igual que Pizzi y ahí la velocidad mental y la inteligencia táctica permiten al Chelo compensar sus carencias físicas.

Pero no parece que el Celta vaya a modificar el plan inicial diseñado por Miñambres para encarar el mercado. Con Jozabed a punto de regresar y si no existen novedades respecto a Wass, Radoja o Tucu, la idea sigue siendo encontrarle acomodo a Marcelo Díaz, a quien no debieran faltarle novias en Chile y en ligas de retiro, como las árabes o Estados Unidos. Pero que también podría encontrar destino en Europa.