El Celta volverá a contar con un futbolista uruguayo en su plantilla, por la que han pasado una docena de charrúas. Los últimos en vestir de celestes fueron Fabián Canobbio (2004-08), Pablo García (2006-07) y Fernando Fajardo (2008-09). Aunque en la posición de delantero que ocupa Maxi Gómez, los predecesores han sido Julio Outerelo (1954-55), Juan Carlos Contreras (1984-85) y Fernando Barboza (1986-87).

En los más de noventa años de historia del Celta (fundado en agosto de 1923), los futbolistas uruguayos representan la quinta nacionalidad más numerosa, tras la española, la brasileña, la argentina y la serbia.

Entre el celtismo, Canobbio ocupa un lugar destacado. El centrocampista charrúa llegó a Vigo en el verano de 2004, después de que Rafa Benítez lo descartase para seguir en el Valencia. Con él, el Celta vivió alegrías y penas -ascenso a Primera y una clasificación europea, así como un descenso a la división de plata-, pero dejando siempre muestras de una gran calidad técnica. Todo lo contrario que Pablo García, un rudo pivote defensivo cedido por el Real Madrid que irrumpió en Balaídos en la temporada del último descenso. Ya en Segunda se incorporaba a Balaídos el peculiar lateral derecho Fernando Fajardo, que ahora juega en un Segunda ecuatoriano.

Uno de los primeros uruguayos en vestir de celeste fue Julio Outerelo, a mediados del pasado siglo. El delantero charrúa solamente disputó dos partidos oficiales con el Celta y no anotó ningún gol. Mejores resultados en Vigo alcanzó su paisano Fernando Barboza. El atacante llegó a Balaídos en 1987 cedido por Nacional de Montevideo para suplir la baja del lesionado Pichi Lucas. En la liguilla de ascenso logró cuatro goles en ocho partidos, con los que el Celta logró el ascenso a Primera División.

Su compatriota Juan Carlos Contreras tuvo mayor recorrido en el equipo celeste, con el que disputó 38 partidos entre 1984 y 1986, anotando ocho goles. Tres décadas después, el Celta vuelve a contar con un delantero charrúa.