La llegada de Juan Carlos Unzué al Celta en sustitución de Eduardo Berizzo no supone un simple relevo en el banquillo. También provocará cambios en algunos aspectos del juego. Las mayores diferencias van a producirse en el centro del campo, como Felipe Miñambres reconocía el miércoles durante la presentación del navarro. "Ahora quizás necesitemos centrocampistas de toque, de tener un poco más la posesión que lo que teníamos".

Menos músculo y más técnica es lo que se requerirá en el nuevo ciclo del Celta, después de haber disfrutado de tres excelentes temporadas de totismo. De esta forma, en la zona de elaboración es donde se producirán mayores cambios de una plantilla que se verá reducida de 29 a 22 futbolistas y en la que se contemplan entre tres y cuatro fichajes, aparte de una decena de bajas entre traspasos y cesiones.

El proyecto del club se mantiene invariable, aunque se le añadirán matices. "Buscábamos un técnico que dentro de su metodología tratase de ser agresivo, de tener la pelota, de ser protagonista durante los partidos, independientemente de quién sea el rival.Queremos que el Celta siga siendo un equipo que quiere ir a ganar el partido sin tener en cuenta las diferencias presupuestarias con el rival", añadía Miñambres antes de asegurar que el club sigue interesado en Jozabed Sánchez, pero que negociará una rebaja de la cláusula de 5 millones de euros que estableció el Fulham por el jugador antes de cederlo al Celta.

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Jozabed se adapta perfectamente al perfil del centrocampista que quiere Unzué, quien no establece objetivos concretos para la próxima temporada, pero que insiste en sus deseos de mejorar los resultados de su antecesor: "Vamos a intentar crecer un poquito más.Tiene que haber ciertos cambios porque generan ilusión y motivos para ser mejores".

Estas diferencias en las características de los centrocampitas podrían representarlas dos jugadores que llegaron a Vigo de la mano de los dos últimos técnicos del club celeste. Luis Enrique Martínez, que contaba con Unzué como segundo entrenador, se presentó en Balaídos con Rafinha Alcántara. El Barcelona había aceptado la cesión por un año del prometedor brasileño. Berizzo, por su parte, se trajo a España a Pablo, el Tucu, Hernández, con el que había triunfado en O'Higgins y por quien el Celta desembolsó 1,6 millones de euros. Ambos son centrocampistas zurdos, pero de características diferentes: el hispano-brasileño posee más técnica y gol que el chileno-argentino.

Durante su año en Vigo, Luis Enrique Martínez dispuso de un centro del campo con talento. Apenas pudo contar con el capitán Borja Oubiña, que afrontaba un obligado adiós debido a las graves lesiones de rodilla. El asturiano reiventó a Krohn-Dehli como mediocentro defensivo, mientras que retiró de la banda derecha a Augusto Fernández para que jugase más por el centro. En la primera parte de la temporada también tuvo relevancia en el equipo vigués Álex López. El canterano Levy Madinda apenas tuvo protagonismo en un centro del campo de mucho talento y remate. Diecisiete goles aportaron los centrocampistas en aquella ocasión a un equipo que finalizó en la novena plaza, consolidándose en la categoría después de salvarse del descenso en la última jornada de la Liga anterior.

Berizzo heredó ese equipo, al que le dio más vigor en el centro del campo. Reconvirtió a Augusto Fernández en mediocentro ante la marcha de Krohn-Dehli. En constante evolución, la línea media del Celta pasó a contar con más músculo que técnica en la temporada recién concluida. Sobre Radoja, Hernández y Wass se sustentó un equipo que le plantó cara a los rivales más poderosos de Europa y solo le faltó un par de goles para disputar dos finales: de la Copa del Rey y de la Europa League.

Los siete centrocampistas que utilizó Berizzo el pasado curso (Radoja, Wass, Hernández, Jozabed, Marcelo Díaz, Señé y Pape) aportaron solamente 9 goles en la Liga 16/17. Quizás la mitad no siga la temporada que viene en Vigo. Unzué quiere una plantilla con los once puestos doblados. Necesitará seis centrocampistas. Marcelo Díaz y Señé están a la espera de que el club les declare transferibles. Jozabed ha regresado al Fulham. Hernández, Radoja o Wass podrían recibir buenas ofertas económicas para cambiar de equipo. Miñambres tendrá que buscar varios jugadores de talento para la medular. Son los deseos de Unzué para darle un matiz diferente al equipo que hereda de Berizzo.