Unzué ha solicitado menos partidos amistosos que los habituales en veranos precedentes. Aunque faltan por cerrar fechas y rivales de la pretemporada, el Celta desveló ayer que el equipo vuelve al trabajo el 10 de julio y que se concentrará en Inglaterra.

La plantilla tendrá que poner fin a sus vacaciones el 9 de julio para comenzar a trabajar al día siguiente en A Madroa. Alrededor de dos semanas dedicará Unzué a esta etapa inicial de la preparación del Celta, que el 26 de julio comenzará una concentración en Inglaterra, cerca de Leicester. Antes de partir a Reino Unido, los célticos disputarán el primer amistoso del verano. Tres encuentros más esperarán a los célticos en sus dos semanas de estancia en suelo británico, del que regresarán a Vigo el 5 de agosto.

A partir de ahí, Unzué y su equipo de colaboradoras dispondrán de dos semanas para perfilar el equipo que sobre el 20 de agosto arrancará una nueva temporada en Primera División. Uno o dos amistosos podría disputar el equipo en esos días previos al inicio de LaLiga. Uno de ellos podría corresponder al Memorial Quinocho.

Esas serán las principales fechas de la segunda temporada que Unzué trabajará con el Celta. La anterior fue en el verano de 2013, como segundo entrenador de Luis Enrique Martínez, con el que compartió una concentración en la localidad portuguesa de Melgaço. Allí, el asturiano y el navarro también pudieron cultivar su afición favorita: el ciclismo. En una de sus excursiones en bicicleta, ambos decidieron mantener el compromiso que habían adquirido con el Celta, a pesar de los constantes rumores de dirigir a un Barcelona que acabó por decantarse por el argentino Gerardo, Tata, Martíno. El fracaso del técnico argentino en el Camp Nou abrió las puertas al año siguiente al tándem que acaba de separarse después de que Luis Enrique Martínez decidiese disfrutar de un año sabático. Ayer, Unzué también tuvo palabras de recuerdo para su gran amigo: "Desde el primer día que empezamos a trabajar juntos Luis tiene muy claro cuáles son mis intenciones. Siempre me ha tratado dentro de su cuerpo técnico como si fuera un primer entrenador. Lo que ha ayudado a que esa convivencia fuese magnífica durante estos cuatro años fue ese feeling que tenemos desde hace muchos años. Él dijo hace un par de meses en Barcelona que 'con Juan Carlos es imposible que me enfade' y yo diré lo mismo. Si lo hiciera un día sería muy estúpido por mi parte porque no hay nada en esta vida que haga que una amistad como la que nosotros tenemos se pierda", manifestó Unzué.