7 de febrero de 2011. El Celta construía los cimientos de un ascenso que llegaría poco después de un año. El equipo que dirigía Paco Herrera recibía en el ecuador del curso futbolístico al Numancia que dirigía un prometedor Juan Carlos Unzué. Ambos conjuntos tenían un estilo de juego atractivo, incluso romántico para una categoría como la Segunda División. La idea de Paco Herrera triunfó a la campaña siguiente; Unzué abandonó el banquillo soriano al finalizar la campaña.

En aquella noche de lunes, el Celta se imponía con claridad ante el Numancia. Cuatro tantos a cero que mantenían al cuadro celeste en la pelea por los puestos de ascenso directo junto al Real Betis y al Rayo Vallecano. Pero aquel partido, más allá del contundente triunfo, dejó el regreso de la Rianxeira a Balaídos. La grada entonaba la canción de las grandes citas gracias al doblete de David Rodríguez y los tantos de Roberto Lago y Dani Abalo.

De aquel equipo que doblegó con claridad a Unzué (tal y como ocurrió en sus dos visitas como ayudante en el FC Barcelona) sólo quedan en la primera plantilla Hugo Mallo, que fue titular, y Aspas, que no disputó ningún minuto. Los dos líderes del Celta que dirigirá el navarro asistieron a uno de los momentos de más cabreo del nuevo preparador céltico. La jugada sucedió al filo de la media hora de partido. Los jugadores del Numancia creían que De Lucas iba a tirar el balón fuera por las molestias de un jugador del cuadro soriano. Sin embargo, el catalán asistió a David Rodríguez para que abriese el marcador.

En la celebración se observa a Ángel Rodríguez, ayudante de Paco Herrera, explicándole al banquillo del Numancia que el Celta no tiraba el balón fuera cuando un jugador del equipo propio o contrario tuviera problemas físicos. La potestad de parar el juego siempre recae en el colegiado. No obstante, las cámaras de televisión captaron a Juan Carlos Unzué abandonando el terreno de juego visiblemente cabreado.

Desde aquel partido han pasado ya más de seis años. Unzué participó junto a Luis Enrique y su actual cuerpo técnico -Robert Moreno, Rafa Pol y Joaquín Valdés- en la consolidación del Celta en la máxima categoría. Tras su paso por Vigo llegó el FC Barcelona, donde lograron nueve de trece títulos disputados. Ahora, el navarro afronta su gran oportunidad como primer entrenador en LaLiga Santander. Y ahora, al contrario de aquel 7 de febrero de 2011, deseará disfrutar con la Rianxeira en Balaídos.