Joel Manuche Atoche se emociona cuando habla del fútbol y de la oportunidad que le ofreció la Fundación Celta para estar durante dos semanas en A Madroa. "Todavía no me lo creo. Cuando me lo dijeron pensé que era sueño. Pero es real. Estoy encantado. No tengo palabras", dice a modo de preámbulo. Ejerce la labor de entrenador en la localidad de Paita, el norte de Perú. Allí comenzó su actividad futbolística en el año 1990. Un grupo de jóvenes le pidieron que les entrenara. No había instalaciones y habilitó un espacio en su casa. Ahora se esfuerza en mejorar las condiciones del club local. Tiene a más de cien futbolistas a su cargo con edades entre los 8 y los 16 años. Sobre ellos dice que "son buenos la mayor parte de ellos. Tiene calidad y ofrecen condiciones para hacer un juego vistoso. Pero también necesitan aprender". El número de jugadores varía según los meses de año. Esa cantidad aumenta de forma considerable durante los meses de vacaciones escolares. Eso demuestra también el prestigio del club con el que trabaja.

En A Madroa recibió muchos consejos. Los técnicos del club vigués le informaron sobre cuestiones tácticas, técnicas, físicas, entrenamientos con personas con discapacidad y también trataron el aspecto psicológico de los futbolistas. "Todo fue increíble. Me llevo miles de apuntes. Muchas cosas nuevas", señala mientras mira uno de los campos de A Madroa. También presenció los entrenamientos, tanto de las categorías inferiores como del primer equipo. "Aquí el juego es más rápido que en Perú. Allí es más tranquilo. Y eso también se nota en los entrenamientos", desvela. Después de un tiempo en Vigo, Joel Manuche Atoche regresa a Paita con el desafío de "aplicar todo lo que aprendí". "Creo que el método es muy bueno. Diría que excelente. Además, me lo han comentado muchas personas. Sin embargo allí tengo que ir más despacio. Lo voy a introducir con calma y tranquilidad. Creo que es lo mejor".

El entrenador insiste en que uno de los aspectos más importantes es el de inculcar ciertos valores. El departamento de psicología del Celta le dio "muy buenos consejos". Así, el técnico peruano destaca que "son muy importantes los valores. Se puede ser un buen futbolista, pero si no se tienen otras cualidades no sirve de mucho. Se debe apostar por la disciplina, el compromiso y el trabajo. Me han explicado cómo mejorar la educación de los jóvenes y hacerles ver lo importante que es su comportamiento personal dentro del mundo del deporte".

Joel Manuche Atoche espera volver a Vigo, aunque desvela que pasó "un poco de frío": "Vengo de un clima mucho más cálido". Y quiere traerse a algún jugador de los que entrena. "Eso supondría cumplir otro sueño. Que alguno de los chicos pueda venir a hacer una prueba sería magnífico. Desconozco cuándo sucederá, pero estoy seguro de que pasará". Preguntado sobre si alguno de ellos tiene la suficiente calidad futbolística, reconoce que "hay varios que pueden encajar, pero necesitan más formación y una preparación previa. En eso me pondré a trabajar ahora". Desvela que "jugar en Europa es lo que muchos desean, pero no es sencillo. Hacer una prueba en el Celta sería magnífico y podría abrir muchas puertas".