Eduardo Berizzo lamenta que a su equipo le faltase ayer juego de ataque para llevarse un mejor resultado de Málaga. El argentino se mostró satisfecho con la actuación de los menos habituales, en un partido en el que el Celta reaccionó cuando encajó el primer gol y se hundió después de que Marcelo Díaz estrellase un balón en el palo de la portería de Kameni para igualar el partido.

"El partido estuvo bien jugado, pero nos faltó ataque, no hicimos daño, no tuvimos mucha fluidez. Marcelo fue el que más peligro llevó, eso lo dice todo. Elaboramos ataques que quedaron en nada. El equipo se entrega y lo da todo, cuando hay una rotación masiva descendemos nuestro rendimiento", explicó el entrenador del Celta en la sala de prensa de La Rosaleda tras la cuarta derrota consecutiva en Liga.

A Berizzo se le recordó que su plan de rotaciones masivas también lo llevó a cabo ayer José Mourinho con el Manchester United, que cayó ante el Arsenal. "Eso refuerza mi teoría de que todos bajamos el rendimiento con los menos habituales. Sufrimos todos.Esta es una plantilla joven, con muchos haciendo su primer año en Primera. Esto les servirá a todos. Está siendo una temporada de desgaste y debemos encontrar motivos donde apoyarnos para seguir creciendo".

Por último, el argentino se refirió al duelo de las semifinales de la Europa League que el Celta afrontará el jueves que viene en Old Trafford, donde el conjunto vigués debe remontar el 0-1 de la ida en Balaídos. "El partido del jueves es una gran ilusión.Tenemos que olvidar la ida y crear una fortaleza en su campo, ser valientes, jugar al ataque e intentar remontar la eliminatoria", manifestó un Berizzo que arrancó la rueda de prensa pidiendo disculpas por la trifulca que protagonizaron ambos banquillos en la recta final del partido y que el árbitro zanjó con la expulsión del entrenador del Celta y del preparador físico Pablo Fernández. Los célticos ya se vieron envueltos en otro incidente parecido el jueves ante el United y en la eliminatoria europea durante el partido en Genk.