El Celta afronta el jueves en Genk su mayor reto europeo con el gol de ventaja obtenido en Vigo. El equipo de Berizzo sostiene que el 3-2 obtenido en Balaídos ante el equipo belga no supone una ventaja suficiente para presentarse como favorito al duelo en el Luminus Arena, del que saldrá uno de los semifinales de la UEFA Europa League.

Será el cuarto intento de los célticos de superar unos cuartos de final de la segunda competición continental. En esta ocasión, se presenta el Celta en mejores condiciones que en las anteriores. Defenderá por primera vez una victoria en el partido de vuelta. En las tres anteriores tuvo que conformarse con un empate y dos derrotas en los partidos de ida, ante Lens, Olympique de Marsella y Barcelona, respectivamente.

"Da mayor tranquilidad ir a Genk con el 3-2 porque estamos por delante en el marcador ahora mismo, pero sabemos que ellos con hacer un gol ya pasarían la eliminatoria. Hay que preparar el partido igual que si estuviésemos empatados o si hubiésemos perdido en Vigo. Tenemos que ser nosotros mismos e intentar ganar porque así tendremos más opciones de pasar la eliminatoria", explicaba ayer el portero Sergio Álvarez.

El Celtaque deslumbró en el cambio de milenio tuvo que afrontar los partidos definitivos de los cuartos de finales de la entonces denominada Copa de la UEFA en desventaja en el marcador en dos ocasiones y con un empate en la otra. Su gran etapa europea le llevó en 1999 al Velodrome de Marsella, donde el Olympique se llevó un ajustado 2-1 que le valdría para alcanzar las semifinales tras el empate sin goles en Vigo.

Al siguiente año, el rival de los gallegos en cuartos fue otro equipo francés, el Lens, que igualó sin goles en Balaídos y consiguió remontar ante su afición el tanto de Revivo (2-1).

A los célticos también se le complicó la eliminatoria de 2001 con el Barcelona, que ganó por la mínima en el Camp Nou (2-1) y perdió en Balaídos por 3-2. A los azulgrana les salvó el doble valor de los goles en campo contrario.

El Celta sufría tres reveses seguidos en una competición en la que aspiraba a disputar una final y soñaba con conquistar el título. Pero los resultados adversos de la ida le condenaron a no pasar de cuartos.

Tres lustros después, Berizzo intentará dirigir al Celta hacia su mayor logro europeo. En Genk le vale cualquier empate y perder por la mínima si marca más de dos goles. El 3-2 de Vigo les permite iniciar el partido en tierras belgas con cierta ventaja, pero en la plantilla céltica escapan de favoritismos. Lo evitaron antes de arrancar el duelo a dos encuentros y también ahora, como ayer se encargó de recordar Sergio Álvarez.

"Escapamos del término favoritos porque ya se vio en el partido de ida que ellos son un equipo al que le gusta atacar e intentar dominar el juego y crear muchas ocasiones de gol. En esta eliminatoria sigue sin haber un claro favorito, aunque nos presentemos allí con un marcador favorable. Hay que disputar el partido e intentar ponérselo lo más difícil posible para pasar esta eliminatoria, que es muy importante para nosotros", sostiene el guardameta de Catoira.

Ayer, el Celta regresó a los entrenamientos tras su holgada victoria en Granada (0-3), donde Berizzo prescindió del previsible once titular del jueves en Genk, salvo la presencia del propio Sergio Álvarez. Ese triunfo es otro acicate para el equipo vigués ante el reto europeo. "Siempre que ganas es importante para preparar un partido como ese. Además es bueno para nuestra trayectoria en la Liga, pues nos hacía falta después de la última derrota que sufrimos. Creo que era importante volver a ganar en Liga para seguir peleando por lo que queremos [entrar en los puestos europeos]. Y, evidentemente, siempre viene bien anímicamente, ayuda para el partido del jueves", sostiene el portero.

Concluida la sesión vespertina de entrenamiento, celebrada a puerta cerrada y en la que solo faltó Giuseppe Rossi, que será operado el jueves en Estados Unidos, mientras que Rubén Blanco, también lesionado, está en proceso de integrarse al grupo, Sergio Álvarez destacó las "buenas sensaciones" con las que el Celta afronta la cita del jueves: "Estamos con la sensación de que nos encontramos ante un partido importante, que hay que salir a ganar. El equipo tiene buenas sensaciones, debido a lo que llevamos transmitiendo durante toda la temporada. El equipo está preparado para estos partidos y tenemos muchas ganas y mucha ilusión por pasar la eliminatoria".

A Berizzo le quedan por delante dos jornadas de entrenamiento para intentar corregir los desajustes defensivos que el Celta mostró ante el Genk e incluso frente al Granada, a pesar de presentar dos formaciones de jugadores diferentes. "Hay que corregir lo de los goles en contra, que no vuelvan a repetirse los despistes", proclama Sergio Álvarez antes de centrarse en el posible plan del Genk para voltear la eliminatoria: "Sabemos que ellos son un equipo que nos va a atacar, que nos va a querer hacer mucho daño y en eso tenemos que estar muy pendientes; sobre todo, cuando estén cerca de nuestra área, hay que estar pendiente cada uno de su marca para que no se vuelva a repetir lo que pasó en el partido de ida. Eso va a ser un aspecto clave del partido".

Dos errores defensivos permitieron al equipo belga adelantarse en el marcador y reducir diferencias cuando el Celta controlaba el partido tras el 3-1 de la primera parte. Los desajustes de los que habla el guardameta llevaron a que en el inicio del primer gol del Genk, el lateral derecho céltico estuviese defendido en esos momentos por Fontás, que partía como central izquierdo, y por Sisto, que atacaba por la izquierda. El rival salió airoso con un centro al que Jonny no supo anticiparse a su marcador.

Celta y Genk juegan con alegría y con vocación ofensiva, por lo que Sergio Álvarez apunta otro posible resultado abultado: "Esperemos que sea un partido de muchos goles pero a nuestro favor. Intentaremos estar defensivamente bien organizados, evitar que ellos no generen muchas ocasiones. A partir de ahí hay que generar el mismo peligro que le hicimos en Balaídos".