Estamos tratando de vencer a la pandemia y unos desalmados recurren al alboroto pidiendo el cese del gobierno.

Nada más horrible en estos momentos cuando se trata de evitar contagios y posibles muertes.

Auspiciados por el PP y la extrema derecha que en lugar de controlar la pandemia, incitan al odio, manifestándose en las calles con caceroladas y portando la enseña nacional con ánimo de provocar.

El discurso fascista recae sobre el Gobierno que está contemplando con fases destinadas a la erradicación del virus.

No menos culpa tiene ERC y su portavoz Rufián, que se dice de izquierdas.

Pase lo que pase no debemos permitir que la calle y la Cámara se inunde de impresentables.

¡Viva la democracia bien entendida!