Ha vuelto a suceder otra desgracia en el mar y van tantas estos últimos años y yo me pregunto, ¿por qué, por qué pasa? Doy mi humilde opinión. Primero es primordial conocer el perfil abrupto de nuestra costa porque influye muchísimo, con bajos y lugares donde el mar rompe con virulencia; después la metereología con mal estado del mar cada día en la mayoría del año, exceptuando en verano, y también tener en cuenta el tipo, estado y tamaño de la embarcación es crucial. Después hay en nuestra costa dos tipos de mares: los de fuera de las islas y los de dentro. En los de fuera, incluido toda la Costa de la Vela y la zona de Silleiro, son mundos diferentes.

Yo lo he vivido en Cíes y Ons, fuera con mal tiempo se te pone el pelo de punta como si estuvieras en Gran Sol, con olas espeluznantes. Un día largamos temprano con mar bueno y al cabo de dos horas acabamos con una mar tremenda y pasamos apuros para coger los aparejos para que no se destrozasen contra tierra. También influyen el viento, las corrientes y las mareas y, lo que creo más importante, la disposición de patrón al riesgo y su habilidad diaria para salir de situaciones peligrosas.

Quiero decir que hay patrones que siguen minuciosamente Windguru, Meteogalicia y otros partes meteorológicos de mar y todas sus variantes, les dan la importancia que tienen, lo respetan y tratan de arriesgar lo menos posible pese a la necesidad económica que todos que viven de esto tienen. Y hay otros que son temerarios por naturaleza. Yo lo he vivido, conoces al patrón y a veces no te sorprende a quien le sucede algo. De todas formas también sé que puede haber accidentes por mala suerte como quedar sin gobierno en una situación peligrosa, liado con aparejos en la hélices, vías de agua y otros detalles así.

Después, dentro del oficio, hay modalidades de pesca peligrosas por su forma de capturar. El peor, por ejemplo, la pesca de lubina, pues estás en zozobra durante horas. Y se capturan más precisamente con peor oleaje lo que conlleva más porcentaje de desgracia. Otro detalle es desconocer las características de la ola y sus variaciones según época y corrientes. Varias veces he escuchado a mi patrón decir, refiriéndose a otro barco: "Y ese loco cómo está ahí, ¡¡por Dios!! Desconoce cómo trabaja el mar en ese lugar."

Así muchas veces, cuando llevas tiempo sin pescar, sueles ir con mal tiempo, arriesgarte más,... también opino que los días malos tendría que haber más vigilancia por la costa y no dejar que queden solos barcos a pescar. El mar es la gran devoradora de seres humanos, es como un virus pero más rápido y carnívoro donde la eficacia está en esquivar sus garras antes de sus aterradoras sacudidas. Una boca voraz a la que debemos respetar muchísimo.