Gran parte de la humanidad convive con los ideales establecidos en el tiempo por quien maneja poderes más que dineros, pues el ser humano más que buscar extraordinarias bondades de la vida busca evitar grandes males de ella, conformándose con no sufrir y corroborando que es un ser esencialmente humano movido por sentimientos más que por conveniencias. Este sistema conduce a que los leones que piensan en comer disfruten de un espectacular festín y los corderos que piensan en no ser comidos disfruten de no ser el menú del día. Sería como luchar con tesón por el equilibrio de clases y al final celebrar conseguir que el pobre se equilibre al mas pobre y el rico al mas rico, consiguiendo que el pobre se sienta mas humano al mostrarse solidario con su igual, y que el rico no ponga freno a ese amor mientras sea el humano con mas poder.