Sobre la polémica ley que está en desarrollo sobre la eutanasia, yo estoy a favor.

Me han fallecido tres familiares muy cercanos, todos con enfermedades duras y sin cura. Uno con demencia, fue horrible, se quería escapar, no era capaz de tragar los alimentos y un largo etcétera. Los medicamentos paliativos le quitaron el dolor y la ansiedad y digamos que murió tranquilo después de pasar 6 meses en estado vegetativo. Yo eso no lo quiero para mí.

Al segundo, con 83 años, le tuvieron que amputar una pierna debido a unas úlceras que no curaron debido al medicamento Miolantán (hoy retirado del mercado) y acabó comiendo y bebiendo por sonda en la nariz; después de 8 meses falleció. Yo no lo quiero para mí.

Al tercero, con 75 años, le detectaron un cáncer terminal de pulmón con metástasis en los huesos. Quimio, radio, mejora pero al cabo de un año empeora y acabó ¿viviendo? con morfina que le quitaba el dolor pero le producía unas alucinaciones tremendas; los parches de Fentanilo igual. Comiendo triturado, bebiendo con espesantes porque se atragantaba, sin poder caminar, sin casi poder hablar. Falleció después de año y medio. Esto no lo quiero para mí.

Quizá, como leí en una carta de esta sección, deberían invertir en cuidados paliativos. Yo estoy más a favor de que inviertan en investigación para curar, o en los dos ¿por qué no?,

Solo pido tener la suficiente fortaleza para, a mis 69 años, hacer un testamento vital y dejar bien claro lo que quiero que hagan en caso de tener una enfermedad terminal y que me dejen morir dignamente; no quiero sufrir dignamente, quiero morir dignamente, que no me dejen pasar penas, ya sea mi familia o personal médico, el que lo haga.