La ampliación de la zona económica exclusiva marroquí tiene como fin la explotación de las riquezas submarinas naturales descubiertas hace poco tiempo, especialmente el monte Tropic, situado al sur de la isla de Hierro, que contiene las mayores reservas conocidas en cobalto y otros minerales fundamentales para la fabricación de paneles solares. No parece que Marruecos pretenda apropiarse lisa y llanamente de estos recursos esenciales para un futuro de cambio ecológico. Seguramente trata de forzar una explotación conjunta con España en el marco de un acuerdo que fije también las aguas territoriales españolas en Canarias. Pero Marruecos ha tomado ya la delantera al debilitado Gobierno español en funciones, que durante meses solo parecía interesado en la investidura de su presidente.