Me hago una reflexión: ¿se premia el esfuerzo en esta sociedad?

Una persona se pasa dos años o más preparándose para una oposición, trabajando a jornada completa, estudiando, acudiendo a una academia, cuidando de la casa, sus hijos y quitándose horas de sueño. Llega el momento, se presenta, consigue una buena nota en todas las pruebas de valoración objetivas, llega la entrevista y en solo 10 minutos una persona que no la conoce de nada le hace un par de preguntas y decide su futuro. Sin conocerla, sin tener en cuenta su trayectoria en las anteriores pruebas y sus calificaciones. De repente prima lo subjetivo frente a lo objetivo. ¡Me parece una injusticia!

Si esas personas son tan capaces que saben juzgar si una persona es válida para desempeñar un trabajo en solo 10 minutos, la convocatoria debería ser a la inversa, hacer primero la entrevista y entonces la persona se ahorraría el dinero y un esfuerzo inútil. Les pido que reflexionen conmigo: ¿Merece la pena el esfuerzo?