En algún diario (siento no recordar dónde), leí estas que yo considero acertadísimas frases: "Que Dios nos coja confesados. Tenemos lo que hemos votado. Votamos escuchando la palabra de Pedro Sánchez. O sea que votamos engañados", lo que me llevó a recordar lo que dijo hace tiempo (S. XVIII) el hijo del relojero (Rousseau): "El pueblo siempre quiere el bien, pero no siempre lo conoce: Nunca se corrompe, pero se le engaña a menudo, y es entonces cuando parece querer lo malo".

Así es que, a lo hecho, pecho. Ojalá que cuando acabe esta legislatura tenga que darle la razón a los progres que ven en los discrepantes a "fachas" agoreros pronosticando el apocalipsis. Yo seré el primero en reconocer mi error y me pasaré para siempre a la progresía. Ah, por cierto: no pido mejorar. Eso lo dejo para quienes lo necesiten más. A mí me basta solo con que me quede como estoy.