Como cada año en estas fechas es común escuchar coletillas del tipo: año nuevo, vida nueva; voy a empezar a, voy a dejar de, y un largo etcétera de frases que ya parecen formar parte de nuestro universo lingüístico. Y es, precisamente, eso; lenguaje carente de contenido, excusas vacuas para intentar enfrentar una realidad que resulta imposible sin un cambio de fecha. Al final, todo se resume en intentar postergar algo que nos da sumamente pereza, desidia y apatía.

Con la entrada de este año, voy a dejar de fumar, voy a empezar a ir al gimnasio, voy a..., dejaré de.... ¿Es cierto? ¿O es simplemente una vana ilusión que nos esperanza de una permuta que hasta la fecha nos veíamos incapaces?

¿Por qué esperar al año nuevo cuando en este mismo momento puedes cambiar todo aquello que deseas?

El momento, tu momento, es cuando tú lo decides, no cuando la sociedad lo imponga.