Este medio no es el más apropiado, creo yo, para tratar un tema tan polémico y de extenso debate, como el de "las rotondas". Por otra parte muchos pensarán, que es éste un caso cerrado, en el sentido de que ya la DGT tiene su propia interpretación de las normas y solo nos queda ajustar nuestra conducta a las normas dictadas al efecto, que por otra parte son las que han sido dadas a las autoescuelas. Pero a pesar de todo, pienso yo, que la cuestión no está tan clara como parece, cuando se viene produciendo gran cantidad de accidentes en estos puntos, siniestros que como no revisten gravedad, se solventan por acuerdo entre las compañías de seguros. Dicho esto, quiero apuntar mi desacuerdo en la interpretación dada aquí en España, a la hora de asignar la prioridad del vehículo que efectúa el giro en las rotondas, toda vez que en otros países de Europa se contempla de otro modo, siguiendo las directrices que en su día marcó el Reino Unido. Porque según la DGT en una rotonda siempre tendrá preferencia el que circule por el carril exterior, sea cual sea la vía por la que vaya a salir, incluso en aquellas en las que la rotonda tenga solo como finalidad efectuar un cambio de sentido de marcha. Pues bien, al menos en estos casos, prevaleciendo el sentido común, la preferencia para efectuar esta maniobra se debería dar a la circulación interior, sino, ¿qué sentido tiene este carril de la izquierda? Se podrían poner muchos ejemplos de nuestra red viaria en que se observa estas conductas, pero para los vecinos de Pontevedra, referiré el caso de las rotondas que se encuentran ubicadas entre As Corbaceiras y Uruguai.

Como solución a la controversia producida por la circulación en las rotondas, soy partidario de una modificación de la LSV, en la que se considere una normativa específica y clara para circular en estos puntos, pero mientras ésta llega es plausible la adoptada por algunos concellos como el Vigo, que no es otra que el establecimiento de turbo-rotondas, que a mi modo de ver están dando muy buen resultado a la hora de interpretar y verificar la preferencia en las rotondas. Medida ésta que corrige los errores indicados por la poca eficiencia en el uso de los carriles en las rotondas y contribuye a reducir los accidentes, mediante una circulación más segura y ordenada.