Bienvenidos al tren. Pasen y vean. 150 kilómetros. Dos países por ver. Grandes ferias a su paso. Piedras centenarias por doquier. Ríos míticos y un gran océano. Abróchense los cinturones que hay curvas. Les veo muy despiertos después del madrugón que han tenido que pegarse para viajar al lejano Oporto. Les encantarán los azulejos de la estación en Sao Bento. Y no intenten volver a Vigo a una hora razonable, no. Porque el único tren de regreso que hay llega a Vigo-Guixar pasadas las once de la noche. Es increíble señoras y señores. Solo hay un tren al día entre Oporto y Vigo. Lo nunca visto en subdesarrollo de comunicaciones. No es que el tren vaya lento. Es que no hay trenes. Qué te pasas la tarde tomando chupitos de Porto para matar el tiempo y pierdes el tren. Y es que somos maestros en aislarnos de Oporto. No debe haber tráfico entre Vigo y Portugal cada día. Cinco trenes de ida y vuelta podría haber entre ambos países. Llenos de personas que vienen y van. Pero por ahora relájense bebiendo Porto blanco toda la tarde. Porque esta noche solo habrá un tren.

A la lejana y mágica Albania le faltan vagones. Los pocos que quedan son de los años 50. A nosotros nos falta todo el tren en sí. Fantástico...