Quería dar las gracias a la gente que hace posible toda esta aventura, a nuestro alcalde Abel Caballero por ofrecernos esta beca que nos da la oportunidad de viajar a otro país, y sobre todo porque en tres semanas he aprendido sobre la cultura de otro lugar, sobre la gente, sobre inglés y sobre todo sobre mí misma, porque en tres semanas he conocido gente maravillosa.

Tres semanas, tres semanas no son nada dicen. Tres semanas de viajes compartidos con mis amigas, con nuevas amistades, con Jeni y con Aby.

Tres semanas lejos de casa, con gente nueva en sitios diferentes.

Nervios, nervios previos al viaje y conversaciones con Claudia e Iria en el avión, volando por primera vez, literalmente, de Vigo a Barcelona y de Barcelona a Dublín, dejando mi casa atrás para después de unos días echarla de menos y con ello a la gente que se quedó allí. Risas, lloros, llamadas nocturnas, compras diarias y viajes en bus. Mil fotos recuerdo, como diría Carla, y mil veces al super, para comprar tabletas de chocolate, galletas o simplemente acompañar a Iria porque le encanta. Comprar mil cosas en Dublín y otras mil en Malahide, como cookies gigantes, chocolate con nubecillas o el zumo deluxe de Rosalía. Esperar el bus con María y Noemí, perdernos con él con Carolina y Masantu o inventarme canciones con Iria. Disfrutar tocando el ukelele con Paula o visitar la playa con mi host family pero no practicando submarinismo como el móvil de Fate. Deseando que llegue el lunch time para cambiarnos los sándwiches y compartir patatillas y barritas. Dejar el Primark sin cosas y sobre todo sin uñas porque Ainara entre otras se volvía loca con ellas. Ir a clases de yoga y escapar de un parque. Correr con Rosalía para coger el bus e ir a ver un musical juntas. Preparar tortilla española para la familia, que el señor se vuelva loco de felicidad y repetirla otra vez, para poco después estar pintando mil cosas con mi host sister. Celebrar el cumple de Aby y el de Caro, ver el rey león en inglés, cenar por ahí y planear cenas cada tres meses todos juntos. Que Laura pase de mí, tirarnos a rebolos por una pradera con las monis, acabar todas manchadas y reírnos con sus ideas locas. Abrazos con Fátima para conllevar las temperaturas de Swords a las que Noemí parece estar más que acostumbrada. Darnos por vencidas con el irish dancing y crear historias de amor entre Sean y Orla, a disgusto de Carolina. Ir de excursión con Estela y Anais, y hacer un photocall en medio de un lago, esperar en la bolera jugando al ninja para después perder mientras Clara era la ganadora y Noemí perdía la bola. Y por la paciencia infinita de los 3 boys: Nico, Lucas y Adri que durante tres semanas han estado rodeados solo de chicas.

Y eso que dicen que tres semanas no son nada, pero no solo es esto siempre tendremos las clases de zumba de Jeni, las guerras de stickers y las cenas todos juntos. Gracias por estas tres semanas. Os quiero.